Que la frontera sur no caiga en el olvido



Escribo esta carta desde Villa O'Higgins, la comuna más austral y aislada de la Región de Aysén. Soy su alcalde y tengo la responsabilidad de conducir los destinos de este alejado territorio de solo 550 habitantes, chilenas y chilenos que aman a su país.

Es completamente comprensible que la atención del país en estos días esté centrada en nuestra frontera norte, con ocasión del Fallo de la Corte de la Haya. Pero esta época de verano en que los países, las familias y las personas descansamos y nos imponemos las prioridades y desafíos para el año que se inicia, es propicia para pedir, desde el sur austral, que no olvidemos nuestra Patagonia.

En Villa O'Higgins se emplaza la tercera reserva de agua más importante del mundo luego de Groenlandia y la Antártica: nuestros Campos de Hielo Sur.

Aquí, en esta comuna -debilitada por la carencia de políticas de Estado que protejan sus recursos naturales y fronteras- se requiere de una decisión estratégica y realista que reúna conocimiento, ideas, voluntades y acciones para proteger este recurso que nos acompaña desde comienzos de la creación y que cada día es más escaso y fundamental para todo ser viviente.

Cuesta entender que, transcurridos más de doscientos años de nuestra Independencia, como nación libre no tengamos aún definidas y protegidas nuestras fronteras y nuestros más importantes recursos. Se dice que las disputas del futuro entre los países serán por la disponibilidad de agua, y en nuestro querido país no hacemos nada para proteger este recurso con el que hemos sido dotados.

Posesionarnos de esta riqueza, con presencia efectiva y permanente en este sector de nuestra patria, es un deber fundamental que no puede postergarse.

Buena vecindad, sí. Mucha hermandad, también. Pero nuestras fronteras deben estar a lo largo y ancho de Chile, claramente definidas y respetadas, tal como nosotros respetamos y cumplimos todos los acuerdos y tratados vigentes. Sobre todo después de la experiencia de hace 47 años con el tema Laguna del Desierto, donde no solo perdimos ese territorio (12,5 km de largo por 500 metros de ancho), sino mucho más que eso. Carecimos en aquel momento de la profunda mirada de estadista que siempre tuvo don Bernardo O'Higgins, con sus ojos clavados en el extremo sur, quien reflexionó: "Ahí está el futuro de Chile".

La soberanía se hace y se construye con poblamiento y políticas de Estado eficientes. Con decisiones estratégicas y no con una calculadora que mida la rentabilidad financiera de los proyectos. Los que aquí vivimos somos seres humanos que deseamos contar con dignidad, con las mismas condiciones de salud, higiene y educación que el resto de nuestros compatriotas y con una calidad de vida acorde con el aporte de soberanía que representamos.

Esta época de verano es propicia para volcar una mirada orgullosa a nuestro sur. Y defenderlo con la misma entereza y patriotismo con los que cuidamos nuestro norte.

Roberto Recabal Cárcamo
Alcalde de Villa O'Higgins

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