La sorpresa del Pop up | |||
CAMILA ROSEMBLAT C. Camila Rosemblat C. Diario El Mercurio, VD, sábado 8 de febrero de 2014 http://diario.elmercurio.com/2014/02/08/vivienda_y_decoracion/vivienda_y_decoracion/noticias/bcef6071-8b69-4b79-82d3-983da3189188.htm Un castillo que salta de una página en plano ilumina la cara de una niña que de inmediato está dentro del castillo y se siente una princesa. A eso refieren las ganas de pasar cada página esperando encontrarse con más estructuras que sorprenden sin previo aviso. Parece magia, pero a puro cálculo y un trabajo metódico se puede lograr esta técnica que actualmente ofrece un gran despliegue más allá de los libros. Desde clases y talleres hasta la venta de historias, que cautivan por el arte de la ingeniería en papel. Simplemente un corte, un pliegue bien hecho o un ensamble de dos papeles que se juntan bastan para crear un Pop up. Esta disciplina que construye figuras tridimensionales, estructuras y mecanismos con efectos de profundidad y movimiento, se coló en los trabajos de artistas y diseñadores locales y vive un excelente momento en Chile. -Acá, este arte se conoce hace poco tiempo, no hay libros Pop up hechos por chilenos. Pero las editoriales adaptan algunos extranjeros y los relanzan al mercado nacional, lo que es un buen indicador -comenta la artista Carolina Larrea, que actualmente realiza un doctorado en Producción e Investigación de Arte en la Universidad Politécnica de Valencia y dicta clases de pop up en la Católica. Esa universidad y la galería Patricia Ready justamente han sido las pioneras en apoyar el Pop up, impartiendo cursos y talleres que de pequeñas convocatorias pasaron a tener listas de espera. Según explica Carolina Larrea, uno de los atractivos de esta técnica es generar una relación de intimidad con el libro. "Se observa desde una perspectiva personal, el lector tiene que manipularlo, abrirlo, descubrirlo, involucrarse de manera activa", dice. Existen cuatro estructuras básicas de Pop up, que se definen según sus ángulos: recto, en 180º, 360º y diorama, donde la escena se construye en una estructura en acordeón que permite incorporar varios planos y jugar con la profundidad. Carolina Larrea se interiorizó en esta práctica en la Universidad de Iowa, donde tomó cursos en el Centro del Libro con Tim Barrett, especialista en papel y director del Centro del Libro de la Universidad de Iowa. -De ese genio del papel aprendí acerca de los materiales necesarios para trabajar el Pop up según las estructuras de los libros, desde lo más básico hasta libros medievales y antiguos -comenta Larrea. Los primeros antecedentes del Pop up son esos libros medievales que fueron una evolución del rollo hecho en seda y palitos de bambú. De la seda se pasó al papel, un material que al ser plegable permitió crear volúmenes en forma de acordeón y a partir de él, todos los tipos de Pop up. Esta técnica se ha desarrollado principalmente en dos áreas: los libros científicos, para explicar en profundidad un tema. Los primeros que se conocen son páginas desplegables que muestran mapas, rosas de los vientos o astrolabios, todo en pergamino. Y la siguiente fueron los libros infantiles, como una forma interactiva de atraer a los niños hacia la lectura. -En el siglo XIX este tipo de publicación tuvo su momento de oro, de ahí en adelante tomaron cada vez más fuerza, como los libros que conocemos ahora que son los fairy tales-, explica la artista Carolina Illanes, quien se acercó a esta técnica en Francia, mientras estudiaba un Master en Artes Plásticas y la aprendió de manera autodidacta. Papel, tijera: ¡Pop up! La mecánica y tensión son fundamentales: tiene que haber un elemento que tense dos páginas de un libro para que las figuras se puedan erguir. Esta estructura firme se puede lograr con corte y pliegue: un corte plano levanta algunas partes del papel. Y también está el Pop up que se consigue ensamblando un papel con otro. El material usado debe ser un papel de al menos 210 gramos. Según explican ambas especialistas, el tipo y calidad influyen porque determinan la vida útil del libro. Para cualquiera de esos mecanismos el secreto está en su manipulación. Carolina Illanes agrega que lo más importante es aprender a pensar en 3D para poder trabajar el Pop up: "en estos libros el foco central es la peripecia de la ingeniería, importa la geometría, cómo levantar un volumen a partir del plano. Existen infinitas maneras de combinarlos". La galería Patricia Ready abrió las puertas a la idea de esta artista de realizar talleres Pop up para niños porque esta disciplina es geometría aplicada, "se instruyen en otros contenidos y tienen la libertad de apropiarse del mecanismo a través de lo que les guste: el dibujo, el collage, el tema, etcétera", explica Illanes. La interactividad de estos libros deriva de la necesidad de que el lector lo abra y cierre varias veces para ir conociéndolo. "Hay un tema de contenido versus estructura que no se puede pasar por alto", señala Carolina Larrea. Explica que muchas veces la imagen se basta por sí sola en términos de movimiento, estructura y dinamismo. En otras oportunidades el texto la apoya, y a veces el texto es la imagen. El contenido combinado con una buena estructura llega de manera más directa al lector. "A través de la ingeniería en papel se puede hablar de todo", afirma Carolina Illanes. Esta herramienta es única y tiene miles de posibilidades que se pueden indagar incluso desde otros oficios como la publicidad y el diseño, "por eso es importante el lugar que está haciéndose en Chile", dice esta última artista. "ESTA DISCIPLINA TIENE PESO EN EL EXTERIOR; ACÁ ESTÁ CRECIENDO MUCHO. HOY SE VEN, POR EJEMPLO, EXÁMENES DE GRADO BASADOS EN EL POP UP", DICE CAROLINA LARREA. Un genio a nivel mundial Artista desde pequeño, Robert Sabuda conoció los libros Pop up en una visita al dentista. Se maravilló tanto con ellos que convenció a su madre para que le comprara uno. Pronto todos sus regalos de cumpleaños se convirtieron en una gran colección a partir de la que empezó a realizar sus propias creaciones al examinarlos minuciosamente. Se perfeccionó en la técnica para finalmente crear una línea de más de 20 libros. Fanática del pop up Desde el 2012 la galería Patricia Ready ha organizado talleres de Pop up para niños. "Es una disciplina que requiere de mucha minuciosidad, concentración y sutileza. Las posibilidades son enormes y se pueden lograr resultados sorprendentes", dice su dueña. Cuando Carolina Illanes le propuso los talleres se enamoró de estos libros, tanto que creó su propia colección, la que le gusta hojear y disfruta de vez en cuando para romper su rutina diaria. |
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