Todavía no me llama la Michelle.
Jaime Celedón Silva
Diario El Mercurio, viernes 24 de enero de 2014
Comment
Al principio la carta de Celedón
me hizo imaginar un diálogo telefónico
entre Michelle y Jaime,
del tipo que sólo alguien
como el humorista Gila
podría imaginar e hilvanar.
Después, por alguna razón
me trajo a la mente lo que dijo
el legendario músico Frank Zappa,
quien no podía estar fuera
de los acontecimientos políticos
de su país y el mundo.
En 1992, cuando el cáncer lo minaba,
se inscribió como candidato presidencial
independiente en Estados Unidos.
Con su natural sarcasmo, dijo a los medios
de su aspiración a la Casa Blanca:
“Casi perdí la esperanza en los Estados Unidos
y voy a actuar… y aunque mi estado de salud
me descalifica para el cargo… en Washington están
los peores payasos que el dinero puede comprar”.
En una de esas para que nos convirtamos
en un país serio, hace falta un Ministro,
más que un ministerio del Humor.
O tal vez un triunvirato ministerial
en que se pueda comentar
en clave de Manivela
-Rillonesca-Jungiana-Celedoniana-
un a esta hora se improvisa del absurdo 3.0
las declaraciones gubernativas como parlamentarias
y de otros personeros del quehacer público.
Un despacho en directo desde
la galería de los presidentes, podría ser.
Así tal vez alcancemos más temprano
que tarde la madurez como la visualizaba
Nietzsche, que se obtiene cuando
recuperamos la seriedad
con que jugábamos de niños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS