Como las metas siempre parecen altas,
lo mejor es partir por algo realista.
Solicitar aportes más bien modestos
que no constituyan carga ni obligación alguna;
algo al alcance de muchos y que contribuirá
significativamente a reducir la brecha
entre donde estamos y el objetivo propuesto.
Jorge Goldenberg lleva siete años de pesadilla, durmiendo mal a causa de la apnea del sueño;
algo que pone en grave riesgo su salud
y para lo cual hay solución que no está
más allá de nuestras reales posibilidades.
Si no alcanzamos la meta
y reunimos, digamos,
sólo trescientos mil pesos.
Seguro que conseguimos que
dos o tres de nuestros amigos
más generosos y pudientes,
se pongan con la diferencia.
Comencemos con la campaña
de las diez lucas para cumplir
el sueño (reparador) del gran Jorgito,
un pan de Dios, muy buen hombre,
amigo entrañable siempre bien dispuesto
a ayudar y con un magnífico sentido del humor.
Recte ad Ardua - Vamos que se puede.
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