Los nuevos naturalistas chilenos



POR Sebastián Montalva Wainer. 
Diario El Mercurio, Revista del Domingo, domingo 27 de octubre de 2013


Apasionados por la flora y fauna chilenas, han descubierto nuevas especies e investigan otras. Las registran y luchan por su conservación. Siguen los pasos de los más grandes -Claudio Gay, Ignacio Domeyko y Rodulfo Phillipi- y de decenas de científicos y exploradores que han venido después. En esta lista, todos tienen menos de 35 años, pero ya destacan por sus logros, hallazgos y trabajo en algunos de los rincones más desconocidos del país. Son los nuevos "naturalistas" que están profundizando nuestro conocimiento de la tierra que habitamos.

No existe ningún registro oficial de cuántas arañas hay en Chile. Lo único es un catálogo online que se maneja desde Nueva York.

El zorro de Darwin es vital en la regeneración del bosque nativo, pues dispersa las semillas de los frutos que come.
 Carla Christie
DELFÍN CHILENO,  AUTÉNTICO
SÍMBOLO NACIONAL
La bióloga marina Carla Christie Remy-Maillet (33) acumula y acumula premios, como la medalla Rudolf. A. Phillipi por la mejor tesis de ciencia de la Universidad Austral, que obtuvo en 2006, o el Reconocimiento a Jóvenes Emprendedores en la Educación para la Conservación Marina de Chile, otorgado entre otras instituciones por el Ministerio de Relaciones Exteriores. Oriunda de Copiapó, Carla Christie es una de las mayores expertas en delfines chilenos, especie endémica muy poco estudiada, uno de los delfines más pequeños que existe (mide 1,5 metros), y que vive cerca de la costa en zonas de poca profundidad, especialmente en los mares del sur. Un trabajo que ha hecho desde que entró a la universidad en 1999, colaborando con científicos como la belga Anne Catherine Lescrauwet o la alemana Sonja Heinrich. "Nadie en Chile sabe que existe el delfín chileno: cuando hago mis charlas digo que incluso podríamos tener una moneda con esta especie, tal como Nueva Zelandia lo hace con el kiwi. En nuestro escudo tenemos especies que compartimos con otros países, pero el delfín chileno es sólo de aquí. Nuestra investigación ha consistido en determinar la abundancia de delfines en un área determinada (la bahía de Yaldad, cerca de Quellón, Chiloé) y cuál es el uso de ese hábitat. Es una especie casi amenazada, y su población se estima en 2 mil o 3 mil, aunque por mucho tiempo estuvo en categoría de 'data deficiente': es decir, no había información".
Tras estudiar un Master en Comunicación de las Ciencias en Nueva Zelandia, su labor incluye la difusión. Hoy está a cargo de la Extensión Científico Académica de la Universidad Austral de Chile, sede Puerto Montt, donde ha liderado proyectos como el llamado Café Científico, una serie de charlas gratuitas en distintos cafés y restaurantes de Puerto Montt. Además, impulsa el concursos fotográfico "Chile tiene Fotoconciencia", que llama a científicos chilenos a publicar y divulgar fotos de sus investigaciones y acercarlas al público general.
Daniel Casado
PATAGONIA CON LUPA
Daniel Casado Bisone (34) podría ser uno más de los tantos aficionados a la naturaleza que recorren Chile con una cámara fotográfica para registrar paisajes, flora y fauna. Pero Casado Bisone es un tipo inquietísimo: desde que estudió Hotelería y Ecoturismo (y más tarde Fotografía) y se convirtió en guía en Torres del Paine, el "bichito por la Patagonia" -como dice- lo picó de tal forma que no ha parado más. Tras el Paine, se fue a vivir al archipiélago de las Guaitecas para trabajar en el lodge Isla Jéchica, donde además de guiar aprovechó de documentar la flora y fauna de ese desconocido rincón de la Patagonia, con énfasis en las aves y la vida microscópica (musgos y líquenes). Luego partió al Parque Omora, en Puerto Williams, donde trabajó junto al filósofo y biólogo chileno Ricardo Rozzi en el registro de los llamados "bosques en miniatura" de Isla Navarino; entre medio se unió a las labores del Centro MERI (una ONG de conservación en la zona de Melimoyu), partió a Maine, Estados Unidos, donde trabajó en escuelas de educación ambiental con niños, y ahora regresa a las Guaitecas en verano, para luego embarcarse -a partir del próximo año- en un viaje de 6 a 8 meses por tierra a través de la Patagonia. Una travesía cuyo objetivo es producir un gran libro fotográfico sobre la región.
"Hace tres años que me comprometí sólo a hacer proyectos medioambientales, para desde ahí aportar con mi granito de arena y generar conciencia".
Andrés Taucare Ríos
LOS HALLAZGOS DEL HOMBRE ARAÑA
Antes de convertirse en uno de los principales especialistas en arácnidos de Chile -y uno de los pocos que hay en el país-, Andrés Taucare Ríos (25) tenía miedo a las arañas. Andrés es de Iquique, pero tiene familiares en el sur, por lo que todos los veranos se iba de vacaciones al campo y recolectaba todo tipo de bichos. "Pero las arañas eran el grupo que más desconocía y al que más le temía", dice hoy, cuando cursa el primer año de doctorado en ecología y biología evolutiva de la Universidad de Chile y es destacado por los académicos debido a su trabajo en un tema aún muy poco estudiado.
Ahora, Andrés está elaborando un listado de especies de arañas para el extremo norte de Chile. Nunca se ha hecho algo parecido: ni siquiera hay registro oficial. Lo único que existe -donde aparecen algunas de las 800 especies de arácnidos que, se estima, existen en nuestro país- es un catálogo online que maneja el científico estadounidense Norman I. Platnick desde Nueva York (http://research.amnh.org/iz/spiders/catalog/), y donde se reportan los últimos descubrimientos mundiales.
Los estudios de Taucare Ríos -siempre en terreno, levantando rocas, moviendo árboles, usando linternas para captar el brillo en los ojos de los arácnidos cuando la búsqueda es nocturna- han llegado lejos. Hay dos especies que destaca porque son muy poco conocidas y su veneno neurotóxico es muy peligroso. La primera es la viuda marrón del género latrodectus, nativas de Sudáfrica, que ha encontrado cerca de viviendas en Arica, Iquique y Mejillones; la segunda, la especie sicario, una araña grande (como una tarántula o mayor), con patas largas que le dan aspecto de cangrejo y que se mimetiza con la arena. "La he encontrado bajo rocas en La Tirana, en Pozo Almonte, en la periferia de Santiago", cuenta. "Habita sobre todo en ambientes áridos expuestos al sol y no está asociada a sectores perturbados". Es decir, la araña sicario no entra a las casas. Podemos dormir tranquilos.
Felipe Rabanal
EL DESCUBRIDOR  DE ANFIBIOS
Felipe Rabanal (32) dice que fue como un grito de gol. Una emoción genuina, abrupta e inesperada que ocurrió de casualidad: iba por el bosque, en los alrededores de Mehuín, en la cordillera de Valdivia, cuando le dijo a su colega José Nuñez: "¿Te imaginas que aquí hubiese una Insuetoprhynus acarpicus?" (fue así como sucedió, con esas palabras: son científicos). Dicho y hecho: Rabanal levantó una piedra y ¡zas!, saltó una rana verde que era la que tanto buscaban.  "No había registros de que hubiera una población de Insuetoprhynis acarpicus o rana verde Mehuin en Chan-Chan, el sector donde estábamos, al otro lado del río Lingue. Sólo se conocía la presencia de esta especie en peligro crítico de extinción en tres lugares cercanos: Mehuin, Queule y Colegual Alto".
Felipe Rabanal es herpetólogo de la Universidad Austral de Valdivia. Un estudioso de los animales que se arrastran, como anfibios y reptiles, y coautor del libro Anfibios de los bosques templados de Chile (2009), que vino a actualizar el registro de estas especies que permanecía igual desde los años sesenta. El 70 por ciento de las especies en Chile son endémicas, porcentaje que supera incluso a países emblema en la materia como Brasil o India. "Los anfibios está sufriendo una declinación a nivel mundial: la mitad está bajo amenaza de desaparecer. Hay un conjunto de razones: el cambio climático, el avance de las ciudades, la contaminación. Los anfibios son notables bioindicadores del lugar donde se encuentran: si notas que en un bosque los anfibios se están muriendo o que no hay, es porque algo está sucediendo".
Además de la rana verde de Mehuín, en 2002 Rabanal y Núñez ya habían descubierto una nueva especie en la zona de Oncol, que llamaron eupsophus altor (rana de hojarasca), y en 2010 redescubrieron otra especie que se creía extinta, la telmatobufo bulloki o rana montana de Nahuelbuta. "Ésa es la quinta especie de anfibio más amenazada del mundo. De hecho, existen fondos extranjeros para su cría in situ, que está haciendo en el Zoológico Metropolitano de Santiago. Los anfibios y reptiles no son animales que a la gente le produzcan mucho amor. Por tradición han sido considerados animales cochinos; eso de que si tomas un sapo te salen verrugas son puros mitos. Por eso, mi esfuerzo personal ha sido difundir el conocimiento de estos animales que son maravillosos, para que la gente les encuentre la belleza y, finalmente, sean protegidos".
Daniela Droguett
ESPECIES DIFÍCILES DE VER
La bióloga natalina Daniela Droguett (31) pasó cuatro años siendo una paparazzi de ballenas jorobadas. Ella misma lo cuenta así: su tesis universitaria consistió en registrar a estas especies desde un mirador instalado en la isla Carlos III, en el Parque Marino Francisco Coloane, Estrecho de Magallanes. Daniela iba anotando minuto a minuto todo lo que hacían las 95 ballenas registradas hasta entonces -hoy se estima que hay alrededor de 130 ejemplares-, las cuales se reconocen por los colores de sus colas y la forma de su aleta dorsal. "Las ballenas incluso tienen nombre propio, así es que yo escribía cosas como: 'Hoy Iris apareció con su cría, hizo cinco saltos, salió a respirar cien veces'. Y al hacerlo desde tierra no perturbaba su territorio ni alteraba sus movimientos".
Tras terminar su tesis, Daniela Droguett fue invitada a una salida a terreno para conocer el Parque Karukinka, en Tierra del Fuego, donde luego sería contratada por la Wildlife Conservation Society (WCS), organización que administra el lugar. Hoy, Droguett está a cargo de Educación Medioambiental y del Proyecto Marino de la WCS en la zona, lo que implica la ejecución de diversas acciones de difusión en colegios y comunidades de Tierra del Fuego y también investigación. Daniela Droguett realiza frecuentes expediciones a Karukinka, específicamente al Seno Almirantazgo, y a las bahías Answorth y Jackson, donde habitan especies como el albatros de ceja negra o los elefantes marinos. "Ambas especies tienen problemas de conservación y son muy difíciles de ver en otros lados", dice Droguett. "Hoy existe mucho interés porque aumente el turismo, sobre todo con la construcción del nuevo camino que conducirá directamente al Seno Almirantazgo. Nos preocupa mucho proteger este sector. No se trata de ser mezquino con lo que uno tiene para mostrar, sino lograr que todo se haga de forma regulada y fiscalizada".
Rafaela Landea
EL CANTO DE LAS BALLENAS
"Si hubiese podido elegir, creo que habría sido una sirena", dice riendo Rafaela Landea (31) cuando intenta explicar de dónde viene su pasión por el mar. "En mi familia todos son buzos y todos los veranos nos íbamos a Guanaqueros a bucear. A los 12 años ya buceaba de forma autónoma y más tarde me convertí en instructora", continúa Landea, actual directora del Centro Meri (The Melimoyu Ecosystem Research Institute, www.centromeri.org), organismo creado por la Fundación Patagonia Sur y que desde enero de 2012 realiza el primer monitoreo acústico de ballenas azules en el Golfo del Corcovado. Una investigación en la que han participado diversos expertos, y que por estos días está en etapa de análisis: en 2012 se instalaron 10 boyas acústicas a 180 y 130 metros de profundidad, las cuales durante seis meses estuvieron registrando el canto de las ballenas azules que habitan este rincón del sur de Chile. Las boyas, de última tecnología, financiadas e instaladas por especialistas de la Universidad de Cornell, Estados Unidos, fueron retiradas en abril de este año y ya han arrojado los primeros resultados. "Las ballenas azules no llegan sólo en verano a este lugar: los registros indican que también están en otras épocas del año. Además, de los 9 tipos de canto que existen de la ballena azul, hemos descubierto de que habría un canto específico de las ballenas del Golfo del Corcovado", explica Landea, quien ha sido la encargada de coordinar todo este proyecto pionero en Chile, tanto en las instalaciones del Centro Meri en Melimoyu como en Santiago.
Pero no todo ha sido "trabajo de oficina": este verano organizó una expedición submarina en este privilegiado hábitat natural -donde además de ballenas azules, hay delfines chilenos y australes, orcas, pingüinos, chungungos y otras especies emblemáticas y amenazadas, como bosques de ciprés de las Guaitecas- en la que participó Celine Cousteau, nieta del famoso capitán Cousteau, quien estuvo registrando toda esta biodiversidad para un futuro trabajo audiovisual sobre la zona. "Si somos capaces de llevar toda esta información a las planas mayores del país, podríamos convertir esta área finalmente en un santuario de ballenas azules".
Christian Romero
EL REY DE LAS ORQUÍDEAS
La fauna en general parece más difícil de ver, pero las plantas siempre están allí, quietas. Y si vives en Angol, y eres fanático por las orquídeas, como el biotecnólogo vegetal de la U. de Concepción Christian Romero (22), encontrarlas es aún más sencillo. Desde 2011, las orquídeas de Angol ostentan el título de "Flor símbolo comunal" porque, justamente, el radio urbano de la ciudad está repleta de estas coloridas especies muy comunes en los trópicos, pero que también existen en Chile (incluso con varias especies nativas). Christian Romero es uno de sus principales investigadores: a la fecha ha identificado 34 especies en los alrededores de Angol y la cordillera de Nahuelbuta (un trabajo que comenzó con un Fondo de Preservación Ambiental, pero que ahora continúa por su propia cuenta), y está desarrollando un proceso de multiplicación de orquídeas a través de cultivos in vitro a partir de semillas, su proyecto de tesis en la Universidad de Concepción. "Las orquídeas están desde el Altiplano hasta la Patagonia, pero se concentran en cantidad entre Valparaíso y la Región de Los Ríos", explica Romero. "Hay un problema de clasificación de orquídeas en Chile: no se sabe cuántas son. De hecho, en Angol encontramos una especie que se consideraba endémica de Valparaíso, la chloraea disoides, que está en peligro de extinción".
Romero tiene un compromiso emocional con la protección de las orquídeas, interés que viene desde que salía con su madre y su abuela a los campos de Angol cuando era niño. Ha trabajado con colegios y comunidades de la zona para difundirlas. "Me interesa decirles a las personas la importancia de las orquídeas y por qué son tan difíciles de mantener. Para germinar, estas semillas tienen que hacer simbiosis con un tipo de hongos específicos que están en el suelo, y la floración se inicia en promedio a los cinco años de desarrollo".
 
ROMERO ya ha registrado 35 especies de orquídeas en Nahuelbuta. Como ésta: chloraea disoides.
CHRISTIAN ROMERO
LOS OTROS DESTACADOS
Los expertos consultados en este reportaje destacaron además el trabajo de René Araneda, director y conductor del documental Wild Expectactions, sobre fauna chilena; Ignacio Walker, director del documental La Isla de los Pingüinos y actual productor de otro sobre huemules; Cristina Trugeda, veterinaria y fotógrafa de naturaleza, experta en la búsqueda y registro de pumas en Torres del Paine; María de los Ángeles Medina, directora de Micra (www.micra.cl), espacio de difusión digital enfocado a las mariposas chilenas; Bernardo Segura, ingeniero agrónomo, fotógrafo de naturaleza y miembro de Kauyeken (www.kauyeken.cl), organización sobre patrimonio natural y cultural chileno; y Ramón Reyes Carrasco, tecnólogo médico experto en registro de anfibios chilenos.
 
Diego Reyes Arellano
EL GRAN RECOLECTOR
Diego Reyes Arellano (31) vive dentro del Jardín Botánico de Viña del Mar, con su mujer y sus dos hijas. Es paisajista de profesión, pero hace diez años se convirtió en algo así como el curador de este icónico parque de la Zona Central. Es la persona a cargo del herbario y quien viaja a lo largo de Chile para recolectar muestras de diferentes especies de flora nativa y endémica, las que luego clasifica para pasar a formar parte del llamado index seminum del jardín, un intercambio de semillas entre los diferentes jardines botánicos del mundo agrupados en la BGCI o Conservación Internacional de Jardines Botánicos.
También fotógrafo y aficionado a los pájaros (ya tiene registradas 327 de las 492 especies de aves que existen en Chile, y prepara un libro sobre ese material), Reyes Arellano y su equipo suelen ir al rescate de plantas, por ejemplo, antes de alguna construcción que amenace con destruir la flora del lugar.  Además, es un apasionado por registrar especies poco comunes, como un lagarto gruñidor de Álvaro que acaba de encontrar en la zona de Altos de Chicauma, Cordillera de la Costa; una orquídea bipinula apinula, especie endémica de la cordillera de la Séptima Región, o una garra de león amarilla que encontró en una quebrada cerca de Carrizal Bajo. "En mis vacaciones pasé 15 días recorriendo el norte chileno, desde Pan de Azúcar hasta Arica, para fotografiar todo lo que pudiera. Al final volví con 294 colectas de especies diferentes y con fotografías de 117 especies de fauna", cuenta. "Me emociono cada vez que logro una fotografía, que puedo compartirla y crear conciencia sobre lo frágiles y hermosas que son estas especies. Mi interés por las plantas viene por la gran diversidad de flora que hay en Chile, de la cual al menos el 20 por ciento no está estudiada".
Darío Moreira Arce
REALITY CON ZORROS
Si Darío Moreira Arce (33) fuera director de televisión, se podría decir que su trabajo es lo más parecido a un reality show, pero con animales en vez de personas. Moreira Arce es biólogo ambiental y desde 2011 conduce el Proyecto de Conservación del Zorro de Darwin, que realiza en la cordillera de Nahuelbuta como parte de su tesis doctoral en Ecología de Vida Silvestre que cursa en la Universidad de Alberta, Canadá. Pero lo que hace tiene mucho de televisión: cuenta con 80 cámaras de última tecnología que ha dispuesto con su equipo de trabajo en 220 locaciones diferentes. Las cámaras están camufladas en el bosque y graban durante un mes todo lo que pase. Y así ha visto mucho: desde pumas y huiñas hasta personas, perros domésticos y, por cierto, al zorro de Darwin o zorro azul (según la tradición mapuche), el más pequeño de los zorros que se conocen, una especie endémica en peligro de extinción, de la que no existen registros de población concretos (se sabe que vive en Chiloé, en Nahuelbuta y hace poco ha sido visto en la Reserva Costera Valdiviana, cerca de Gorbea), y que cumple un rol esencial: debido a su importante consumo de frutos y a la dispersión de semillas que provoca, podría ser una especie clave para la regeneración del bosque nativo. "Siempre me han interesado los mamíferos, y especialmente los carnívoros: son especie difíciles de estudiar, tienen densidades bajas y rangos de movimiento muy amplios", dice Moreira Arce. "El zorro azul, además, tiene un rol en la cultura mapuche: se dice que acompaña a los brujos dentro del bosque y los orienta en su camino".
Entre los resultados del proyecto -que se extenderá hasta fines de 2014- está el registro de algunos individuos más al norte de los límites del Parque Nacional Nahuelbuta, en lugares asociados a plantaciones forestales; y evidencias concretas de que el zorro de Darwin es afectado por la presencia de perros que vagan sin dueño por el bosque. Pero aún queda mucho por hacer. "La información para este especie en Nahuelbuta es casi ausente -explica Moreira Arce-. Sólo teniendo información nos permitirá tomar decisiones para su conservación, qué áreas debieran estar restringidas en el parque para su uso y cómo manejar la actividad ganadera en la zona, o la presencia de perros".
Cristián Rapu
PATRIMONIO RAPANUI
No es fácil encontrar a Cristian Rapu (31). Pasa gran parte del día en el mar de Rapa Nui, donde los celulares no funcionan. Cristián es buzo, hijo del destacado buzo Mike Rapu, y trabaja en el centro de buceo más famoso de la isla. Además, es fotógrafo submarino y uno de los mayores expertos en las especies submarinas de Pascua y de la relación cultural entre ellas y sus habitantes. "Toda mi vida ha estado ligada al mar, desde que era niño y salía con mi padre a pescar. Aprendí a bucear muy chico", cuenta Rapu desde Rapa Nui, mientras por el teléfono se escucha el traqueteo de materiales, cuerdas y tanques de aire . "Por eso he podido ver cómo ha cambiado la vida submarina de la isla desde que era niño hasta ahora. En la época que iba con mi viejo, se tiraba y en una hora sacaba cantidad de peces que ahora te demoras cinco horas en sacar. Hoy hay una notable baja de especies pelágicas como el atún, la palometa, la barracuda o kana kana. Hay grandes barcos factoría que vienen a hacer extracción de estas especies sin fiscalización alguna y dejan a los pescadores sin mucho que hacer. Hoy un bote pequeño saca de dos o tres atunes por salida, si es que tiene suerte. Hoy que te pique un atún es algo bueno. Antes no era así".
Por eso, Cristian Rapu se ha empeñado en difundir el patrimonio de la isla a través de charlas y exposiciones fotográficas para, como dice, "concientizar a la gente de que estamos en una escasez de recursos a nivel mundial, y por eso debemos empezar a cuidar desde ya". Uno de sus grandes ejemplos a seguir es el trabajo del doctor y naturalista Alfredo Cea, quien ha dedicado años al registro gráfico de los peces de Rapa Nui. "Más que enfocarme en las especies y sus nombres científicos, ahora estoy en un trabajo de ver esas mismos peces pero con una idea más cultural: tratar de rescatar los nombres originales en rapanui, pero a su vez hacer un un registro de la gente que está relacionada al mar, desde los viejos que pescan con el sistema antiguo de piedras, los buzos, las señores que van a la orilla a sacar las conchitas para sus collares. Hoy en día no existe nada sobre eso. Estos viejos se nos van a morir en cinco o diez años más y no va a quedar nada".
Panel de Expertos
Juan Carlos Castilla, Premio Nacional de Ciencias Aplicadas 2010; Javier Simonetti, Ciencias U. de Chile; Víctor Marín, Ciencias U. de Chile; Juan Luis Celis, Ciencias Biológicas UC; Rodrigo Moraga, biólogo marino U. de Valparaíso y fotógrafo; Juan Carlos Gedda, documentalista; Fernando Muñoz, Ciencias Forestales U. de Concepción; Pablo Marquet, Ecología UC; Fernando Luchsinger, buzo, fotógrafo submarino y documentalista; Bárbara Saavedra, directora de Wildlife Conservation Society-Chile; Diego Alarcón, creador de Chilebosque.cl; Pedro Niada, buzo, fotógrafo submarino y documentalista.
 

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