Dando una muestra más
de su notable versatilidad y talento,
el cineasta y polifacético
Jorge López Sotomayor
nos dio ayer una lúcida y sentida
versión de la Sinfonía N˚40
de Wolfgang Amadeus Mozart,
dirigiendo con brío y sensibilidad
la Orquesta Sinfónica de Providencia.
En una versión llena de ligereza y gracia,
con el sereno y proverbial equilibrio
de esta obra tan admirada
y frecuentemente interpretada y grabada,
logró conferirle un tono intensamente emocional
que habría encantado al propio Mozart.
Las imágenes logran transmitir la precisión
con que López Sotomayor dirigió esta sinfonía
logrando no sólo la completa compenetración
de los músicos, sino también un estado
en que se conjuga la felicidad y el sentimiento;
una profunda alegría por parte de ellos
en este esfuerzo mancomunado
en que todo converge
al esplendor de esta obra inmortal.
López superó con oficio, compromiso y autoridad
la compleja estructura de los movimientos
correspondiendo al deseo de profundidad del autor
por alcanzar los más íntimos sentimientos del alma humana...
Chapeau!
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