Vida atrapada a causa de la tensión superficial...‏

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Mientras más pequeño, la gravedad no constituye un problema. Se puede subir por las paredes y las caídas casi nunca son fatales ni tienen consecuencias. En cambio la tensión superficial, algo de lo que apenas nos percatamos constituye un gran problema para los más pequeños.

Las piscinas ubicadas en lugares agrestes suelen congregar fauna silvestre, particularmente pequeños insectos que se sienten atraídos por este luminoso cuerpo de agua, pero que también constituye una trampa, porque los reflejos, pequeñas ondulaciones de la superficie y sobre todo por la mencionada tensión superficial que los deja atrapados, casi sin posibilidad de escape.

Es así como en temporada primavera-verano, cada vez que puedo y me acuerdo, me voy a dar una vuelta a la piscina a rescatar todo lo que flota en la superficie (e incluso lo que aparece ya en el fondo, como una infortunada lagartija, un ejemplar hembra de Liloaemus tenuis), que cayó hoy al agua).

Cada día rescato del orden de un centenar de coleópteros, abejas, avispas, moscas, chinches…el otro día había un saltamontes…incluso arañas, polillas,…de todo.

De ella, con suerte sobrevive la cuarta parte, aunque una cifra realista está más cerca del diez al quince por ciento.  Más de diez mil ejemplares por temporada caen al agua.

A medida que avanza la temporada, dependiendo del clima también, va cambiando lo que es recogido en la red de salvataje. Se podría hacer un estudio científico, nada más que dedicado a recoger, clasificar y anotar detalles de lo recogido y las variaciones de lo que se recoge dependiendo de si estamos a comienzos de primavera, en plena estación, o en diversas etapas del verano. Supongo que recogería del orden de centenares de especies si tuviese el tiempo para hacer el ejercicio. (En la última década

hemos avistado cerca de setenta especies de aves, que ciertamente constituyen un número muy reducido comparado con el de los insectos y arácnidos. De hecho, ayer habían tres especies de abejas, dos de ellas nativas que se encontraban visitando la lavanda junto a la piscina. Y no es raro encontrarse con una especie que no habíamos visto antes.

Estamos rodeados de vida por todos lados.  Para qué decir en el compost.

Mejor detengámonos aquí.