Parque de la infancia



Por Francisco Prado

Francisco Prado




Desde el 21 de marzo se encuentra abierto al público el Parque Bicentenario de la Infancia, diseñado por Alejandro Aravena & Arquitectos Asociados, un espacio fantástico y de nivel internacional.
 
Recientemente he disfrutado en familia de una bella mañana de fin de semana en el Parque de la Infancia. El proyecto, que se instala en un lugar antes olvidado, viene a poner en valor parte de la ladera poniente del cerro San Cristóbal, habilitando un parque altamente pensado y atractivo. La utilización de la reja exterior como parte de un juego longitudinal resuelve favorablemente el problema de la barrera visual y de acceso. Con colores intensos y con una suave adaptación a la topografía se puede visitar el parque mediante senderos que recorren las zonas de juegos, anfiteatro, plaza de agua y otras de sus instalaciones.
 
En la parte baja se agradece la existencia de especies vegetales mayores y la sombra que estas entregan, así como en general el orden, limpieza (incluso en el baño, realmente impecable) y la seguridad. Aún en ejecución está la cafetería y se le extraña, pero las cosas ya están en marcha, en poco tiempo más se podrá disfrutar de una terraza, refrigerios y mistelas.
 
En el corazón del parque se encuentra enclavado una ruina de interesantes dimensiones. Pueden verse varios muros de albañilería maciza de ladrillos, arcos de descarga y otras estructuras que nos hablan de una preexistencia, y la consulta obvia fue: “¿qué es eso papá?”. Sería adecuado indicar de qué estructura se trata, posible data de construcción y a que uso respondía inicialmente. Pendiente queda también la posibilidad de haberlo insertado a la trama, mediante la incorporación de toboganes, cordadas u otras actividades de niño.
 
Es un placer observar que de alguna manera los números azules y la macroeconomía se posan en las esquinas, iluminando la vida de los ciudadanos. Ahora es el tiempo, para nosotros los usuarios, de visitarlo y cuidarlo; y para las autoridades, gestionarlo y mantenerlo. Un adecuado plan de mantenimiento es primordial tratándose de un parque infantil y los riesgos que esto puede significar.
 
Parque Bicentenario de la Infancia, altamente recomendable, visítelo en familia.

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