Humo y pescadas (extracto)
por Leonardo Sanhueza
Diario Las Últimas Noticias
Martes 2 de Octubre de 2012
(...) vale la pena recordar una obviedad:
sin editoriales, no hay libros.
Y muchas editoriales pequeñas
que trabajan prácticamente por los honores,
con muy escasos márgenes de ganancias
y grandes dificultades de distribución,
y a pesar de ello se han convertido
en potentísimos agentes de la creación literaria.
Son esas pequeñas editoriales
las que están publicando
gran parte de la literatura viva,
casi siempre por las meras ganas
y el entusiasmo de hacer
lo que se cree correcto,
corriendo riesgos que
ninguna gran empresa editorial
está dispuesta a correr.
Por eso resulta incomprensible
que, por ejemplo, el Consejo
Nacional del Libro y la Lectura
que cada año adquiere libros
de autores chilenos
a través de un concurso,
los que luego son distribuidos
en la red de bibliotecas públicas
crea que la literatura de autores
nacionales sea prácticamente
prescindible y que, por lo tanto,
entre más de cien títulos
haya sólo seis o siete obras literarias.
Resulta patético que el Estado
sencillamente las pase por alto
(a estas pequeñas editoriales)
y ni siquiera sepa de su existencia
y prefiera comprar humo y pescadas
antes que cumplir con su obligación
en el fomento de la cultura.
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