La tecnología que permite a un grupo de autos manejarse solos está cada vez más cerca



En un futuro próximo, los conductores de carreteras podrán soltar sus manubrios y dejar que otros conduzcan por ellos. Gracias a un elaborado sistema de sensores, en una hilera de cuatro autos sólo será necesario que maneje uno.  

Margherita Cordano F. 

Diario El Mercurio, Ciencia y Tecnología, lunes 1 de octubre de 2012

Muchos automovilistas en España, Inglaterra y Suecia los han visto pasar. Y aunque a primera vista sólo parecen tres autos detrás de un camión, lo cierto es que la caravana esconde un secreto: nadie, salvo quien lleva la delantera, conduce.
"El resto de los vehículos se manejan automáticamente, sin la necesidad de que alguien direccione, frene o acelere", explica desde Londres Eric Chan, ingeniero jefe de Ricardo, empresa dedicada al desarrollo de nuevas tecnologías mecánicas. "Se instalan sensores que permiten una comunicación V2V, es decir, entre vehículos. Gracias al sistema de software avanzado, el camión líder guía al resto sin problemas", cuenta.
La tecnología -que se vale de cámaras, sensores ultrasonido y radares- es un paso más en el desarrollo de la conducción autónoma, técnica que ya funciona en estados como el de Nevada y California, en Estados Unidos. En este caso, la novedad consiste en poder formar una hilera de autos conectados uno al otro. El vehículo director lo maneja un conductor profesional, quien puede ir a una velocidad de hasta 90 km/h. Cada auto está separado por seis metros y se pueden formar filas de hasta cuatro.
Chatear y leer
A principios de la semana pasada, portavoces de Volvo y la Unión Europea -quien financia las pruebas-, anunciaron que el proyecto Sartre (Safe Road Trains for the Environment), el más completo "tren automovilístico" hasta ahora, estaba listo para integrarse a las carreteras.
"Todas las pruebas están completas. El sistema no requiere de cambios en su infraestructura y tampoco hay necesidad de alterar los caminos. En poco tiempo podrá operar por una autopista de dos sentidos y con otros vehículos a su alrededor", explica Chan, parte del equipo de desarrolladores.
Además de Londres, los test se hicieron en autopistas cercanas a Gotemburgo (Suecia) y Barcelona (España). Desde un principio el sistema estuvo pensado para viajes largos y con escasas opciones de desvío y descanso. Agregando navegadores especializados, la idea de Sartre es que las personas detecten el camión más cercano y se "enganchen" cuando no quieran seguir manejando, pero sí avanzando en la ruta.
"Le entrega una mayor comodidad al conductor y le permite hacer otras actividades, como leer un libro o usar un teléfono inteligente. La tecnología es aplicable a casi cualquier ruta donde haya más de un carril", explica Chan.
En caso de querer continuar el viaje solo, las personas pueden abandonar el grupo y retomar el manubrio. En este caso, el vehículo líder ajusta su velocidad y hace avanzar al pelotón de autos, dejando espacio para que uno nuevo se una.
Hasta el momento, los europeos sacan cuentas alegres: las pruebas no registran accidentes y según sus cálculos, el ahorro de consumo alcanza un 20%. Esto porque la velocidad se mantiene estable y porque el viaje en caravana reduce la resistencia al aire.
Pero aunque el proyecto haya superado su etapa de pruebas sin problemas, aún habrá que esperar para hacer de los "trenes de autos" algo común en las autopistas. "Seguramente serán 10 años", dice Eric Chan.
La razón no tiene que ver con problemas de software , sino con "aspectos legales, de regulación de caminos y, claro, con la aceptación por parte del público".
Además de eso, se requiere que los autos participantes incorporen la tecnología necesaria para funcionar, que sea más de un camión el que se adapte y que se creen rutas de acuerdo a las necesidades de cada ciudad.

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