por Rafael Aldunate
Diario La Segunda, Jueves 30 de Agosto de 2012
Diario La Segunda, Jueves 30 de Agosto de 2012
http://blogs.lasegunda.com/redaccion/2012/08/30/el-virtuoso-crecimiento-ante-e.asp
Europa está entrampada entre un crecimiento neutro o paralizado y sus exigentes medidas de austeridad. Se le ha bloqueado su Estado de Bienestar, por cuanto no tenía sustento, se financiaba con déficit público y no exactamente con crecimiento económico. Los parlamentos europeos promulgaron leyes en busca de votos ofreciendo mayor bienestar, sin embargo, la estructura económica no los acompañó, porque los estímulos y factores de productividad estaban ahogados por regulaciones y una alta carga tributaria.
La Zona Euro los próximos 18 meses estará creciendo entre menos 1% y más 1%, lo que no genera valor a la economía. Este rango de tasas no permite una expansión económica, la oferta supera largamente a la demanda, la recaudación tributaria se congela y el valor de los bienes como de las empresas se desvalorizan, sumado a la incertidumbre imperante y la debilidad del sistema financiero, hace más difícil la recuperación. Todos esperanzados en que le BCE (Banco Central Europeo) aporte más liquidez, comprando la “deuda mala”.
Francia que no está exactamente en el centro del huracán, sólo vislumbra más amenazas, el desempleo supera los 2 dígitos, con 3 millones de desocupados y una cuestionable competitividad. Su sector industrial sólo ofrece noticias por el cierre de fábricas, reflejado esto en que el peso de este sector ha disminuido de un 25% a un 13% del PIB, los últimos 5 años. Detrás de estos números hay innumerables dramas humanos, donde la falta de ingresos complota con la pérdida de valor de sus bienes propios, como sus casas y el bajo retorno a sus ahorros dado que las tasas de interés del BCE están por debajo del 1% y los seguros como los subsidios de cesantía están virtualmente agotados. Estados Unidos está esperanzado en otra generosa intervención cuantitativa, Q3, de la Reserva Federal para salir de su lapidario y arraigado desempleo de un inaceptable 8,2%.
Chile ha recuperado el camino del crecimiento en un entorno internacional complejo y recesivo. La oposición pone acento en la mayor equidad-distribución y el Gobierno en la igualdad de oportunidades, en armonía con la libertad individual y potenciando el emprendimiento. Se olvida o se esconde que los países que han alcanzado mayores niveles de desarrollo-bienestar e inclusión social no han logrado estas metas mediante políticas sociales mayormente, sino básicamente por el crecimiento económico, única opción, que permite mejorar en forma sólida y sostenida las condiciones de vida de todo un país, sin pasar por un Estado más gastador que benefactor y sin restarle recursos y oportunidades al sector privado.
El crecimiento económico no sólo se traduce en más empleos (durante este gobierno se han “creado” 210 mil empleos por año, y entre el 2006 y 2009, bajo la administración Bachelet se “destruyeron” 42 mil empleos anuales, según la Casen). Más el alza de los sueldos reales y la mejora de los sueldos de los más desposeídos, disminuyendo así el umbral de la pobreza. Lo más significativo es que además, en la administración Piñera, el crecimiento orgánico y natural del país ha permitido generar recursos más que suficientes, para “profundizar” las políticas sociales.
El crecimiento económico entre el 2010 y 2012 ha permitido generar la gravitante cifra de casi US$.9.000 millones adicionales en recaudación tributaria, sin considerar el aumento del precio del cobre. Cierto que se ha crecido a un ritmo del PIB superior al de tendencia, entonces queda claro que los esfuerzos deben focalizarse en incrementar la tasa de crecimiento valorando las ganancias, más que en reformas facilistas y populistas de mayor distribución, con toda la incertidumbre que arrastra y falta de reconocimiento a los que emprenden como las decenas de miles de pymes, porque siempre le llegarán al Fisco dineros frescos, vía crecimiento, para cubrir la necesidad de las demandas sociales emanada de la pujanza y creatividad, alimentando la última línea que es la utilidad, margen excedentario que lo comparte con el Fisco.
La CEP muestra que los ideales y responsabilidades de una sociedad capitalista, la distribución de la riqueza en base al esfuerzo, están vigentes, constata el crítico rector universitario Carlos Peña. La última encuesta CEP, a falta de otro instrumental de representación universal, sostiene que sólo el 20% cree que el Estado es el principal sustento de las personas y 77 % sostiene que es la responsabilidad individual la que respalda la autonomía económica. El mismo prestigioso CEP descifra de las personas que la pobreza se combate con mejor educación con un 54%, y enfrentando la flojera en un 49%. Y para surgir hace falta educación, 76%; como trabajo duro en un 72%, y ambición, un 62%. La desigualdad no aparece ni escandalosa ni inmoral, un 50% la considera aceptable si ayuda a que todos mejoren. En concreto, la sintonía entre dirigentes activistas y dirigidos tiene un profundo divorcio, la generalidad de los dirigentes políticos y sociales piden más Estado, sin embargo, no actúa ni piensa así la gente…
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