Día de Oración por Chile



Por Padre Raúl Feres , P. de Sch.

Diario El Mercurio, domingo 30 de septiembre de 2012


Esta celebración nace en el Santuario Nacional de Maipú el año 1971 y es aprobada por la Conferencia Episcopal de Chile para todo el País. En Santiago culmina con la tradicional procesión de la Virgen del Carmen.

La oración no es sólo para agradecer a Dios (Tedeum Ecuménico) sino también para pedir, porque experimentamos la incapacidad para solucionar humanamente las necesidades que nos apremian.
Creemos que nuestras rogativas se centran principalmente en: avanzar en el camino de la reconciliación, superando los odios y divisiones que aún permanecen en algunos sectores.
Crecer en la fe en Jesucristo para que sea de verdad el fundamento en nuestra vida como dice el Himno Nacional "que te dio por baluarte el Señor" y así se haga realidad el anhelo de ser "la copia feliz del Edén".
Superar las desconfianzas hacia las instituciones (homilía Mons. Ezzati) abriendo nuestros corazones a una actitud distinta y más positiva.
Este mes dedicado a la Biblia, tanto en la Iglesia Católica como en las demás iglesias cristianas, nos anima a orar con la Palabra de Dios.
En la Eucaristía de hoy la primera lectura afirma que el Espíritu es soberano en su manifestación. Nadie puede monopolizarlo, lo que reitera Jesús en el Evangelio. Es un don regalado a todo hijo de Dios, es decir a todos los hombres sin excluir a nadie.
Juan dijo a Jesús: "Maestro, hemos visto a uno, que expulsaba demonios en tu nombre y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros. Pero Jesús les dijo:
No se lo impidan porque nadie puede hacer un milagro en mi nombre y hablar mal de mí" (Mc.9, 38-48).
La verdadera lucha se da en el corazón de cada uno: en los ojos, las manos y los pies, que pueden llevarnos por caminos errados. Por eso, la expresión de Jesús de arrancarlos o cortarlos. Y la alabanza para el que sirve a los más pequeños, dándole a beber un vaso de agua, al reconocer en ellos el rostro de Cristo.
Hoy la invitación es a unir nuestras manos y voces en una sola plegaria sin excluir a nadie para pedir por las necesidades más urgentes de nuestra patria.
Queremos que el Señor cambie las durezas de nuestro corazón y también el egoísmo que impiden la cercanía y el perdón fraterno.
Invocamos la presencia maternal de la Virgen del Carmen, Patrona de Chile pidiendo por su intermedio que nos enseñe "a conquistar el verdadero progreso que es construir una gran nación de hermanos, donde cada uno tenga pan, respeto y alegría".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS