Neil Armstrong sobrevoló en planeador el cerro de Ramón y el Manquehue, años antes de poner pie en la Luna...‏



Octubre de 1966:
La visita a Chile del astronauta que cumplió los sueños de toda una generación

Hoy es el funeral de Neil Armstrong, el primer hombre que viajó a la Luna. Hace 46 años, "el vencedor del espacio", como lo bautizó la prensa de la época, causó furor entre los santiaguinos.  

por Richard García 
Diario El Mercurio, viernes 31 de agosto de 2012

"Un gringo pelirrojo de ojos azules y bastante 'maceteado'. A primera vista se le puede confundir con un típico estudiante universitario norteamericano, pues no representa su edad. Usa el pelo corto y sus gestos son pausados".
Así describió el diario Las Últimas Noticias a Neil Armstrong al publicar su llegada a Santiago, el 27 de octubre de 1966. El astronauta iniciaba una visita de cuatro días a Chile junto con su colega, Richard Gordon.
Centenares de entusiasmados escolares los recibieron en la terraza del aeropuerto de Cerrillos agitando banderitas chilenas y de Estados Unidos. Mucha gente más saldría a aclamarlos en su trayecto hacia el centro de la capital.
La euforia que despertó el astronauta hace 46 años contrasta con el bajo perfil de su funeral que se celebra hoy y al que asistirá sólo su familia. El gran homenaje corre por parte de los astros: su entierro coincide con la segunda luna llena de agosto, un raro fenómeno que él sin duda apreciará.
Su muerte representa para muchos el fin de una era que marcó a toda una generación, la de dejar la atmósfera terrestre e internarse en el espacio. Un sueño imposible hecho realidad.
Por eso la conmoción que provocó la venida a Chile de estos astronautas -de los que no había más de 12 en el mundo-, en octubre de 1966. "Era una gira latinoamericana impulsada por el gobierno de Estados Unidos para que la gente conociera a estos héroes espaciales", explica Chester Shaddeau, entonces director de la estación satelital de Peldehue y representante de la Nasa, quien desde Maryland, EE.UU. recuerda el acontecimiento.
A las 11 de la mañana habían descendido junto a sus respectivas esposas del USAF Convair 131 que lo trajo a nuestro país "En total era un grupo de 18 personas, hicieron un viaje de 21 días por casi toda Sudamérica y llegaron a Chile luego de pasar por Buenos Aires", cuenta Shaddeau, a quien el embajador de EE.UU. en Chile le encargó supervisar la visita.
Los más de 20 kilómetros que separaban el terminal aéreo de la plaza Bulnes los recorrieron en un automóvil descubierto. "Los dos fueron aclamados. Las calles estaban repletas de gente, pero no tuvimos mayores problemas. Eso sí, en las grandes ceremonias había más gente de la que estaba prevista que llegara y la mayor preocupación fue organizarlas de la mejor manera posible", recuerda Mariano Fontecilla, entonces director de protocolo del presidente de la época, Eduardo Frei Montalva.
Por entonces, Armstrong y Gordon eran igual de famosos porque habían orbitado la Tierra en las cápsulas Gemini y realizado paseos espaciales, toda una hazaña para la época. Pero lo que nadie esperaba era que Armstrong se transformara, tres años después, en el primer hombre en pisar la Luna.
El encuentro oficial con el presidente Eduardo Frei Montalva fue al día siguiente a su llegada. Testigos de la visita fueron los hijos del mandatario, incluyendo a Francisco Frei: "Me acuerdo que mi papá los recibió en la casa de Hindenburg porque estaba enfermo y en la calle se juntó mucha gente. Llegó con una delegación grande y estuvieron un rato más largo de lo que se pensaba porque justo había otra visita importante, (la del Presidente de Chipre, el obispo Makarios) que también lo fue a ver a la casa.. Como se atrasó, Armstrong tuvo que esperar en el jardín del patio delantero".
Pero no todas fueron actividades formales. "Uno día fuimos a cenar y a bailar. Fue en un restaurante en la cima de un cerro, detrás de la ciudad, creo que quedaba cerca del Nido de Águilas. Eso hoy está todo urbanizado", recuerda Shaddeau.
Un día lo dedicaron especialmente al descanso. "Les dijimos que podían hacer lo que quisieran. Uno de los deportes favoritos de Armstrong era volar en planeador, así que pasó toda la mañana volando uno, lo que no le gustó mucho a su señora".
El astronauta sobrevoló el cerro San Ramón y luego el Manquehue. "Voló con Jurgen Kunze. Yo lo seguí con (el fotógrafo) Juan Enrique Lira. No hizo nada arriesgado, al contrario, fue muy cuidadoso. Pero volaba extraordinariamente", cuenta el aviador y ahora empresario Juan Lyon.
El 31 de octubre a las 9 de la mañana los astronautas dejaron Chile. Él volvería el 15 de marzo de 2000, ya alejado de la Nasa, pero el impacto de su primera visita nunca se repetiría.
 Testigos
Ignacio Prieto
Ex futbolista de la U. Católica
"Recuerdo la imagen. Entraron al estadio en uno de esos autos americanos descapotables y dieron una vuelta a la cancha. Nosotros estábamos concentrados, esperando el partido que jugaríamos más tarde".
Mariano Fontecilla
Subdirector de Protocolo en 1966
"No hubo mayores dificultades, simplemente estábamos preocupados de la gente que podía superar la capacidad de las ceremonias que estaban previstas. Las calles estaban repletas de gente cuando vinimos del aeropuerto".
Juan Lyon
Piloto de planeador y empresario
"Armstrong era un piloto de planeador bastante fanático. Era una persona sumamente dedicada al vuelo y tenía una costumbre curiosa, le gustaba sacar fotos con una cámara que decía le había regalado su abuelita".
Chester Shaddeau
Director de la estación NASA en Chile
"Fue la estada más larga de toda la gira latinoamericana, porque le agregamos un día adicional para que pudieran descansar. Neil Armstrong pidió lo que más le gustaba, subirse a un planeador".
Francisco Frei
economista y empresario,hijo del ex Presidente Eduardo Frei Montalva.
"Mi papá estaba con otra visita internacional y se atrasó en recibirlo, por lo que Armstrong tuvo que esperar en el jardín del patio delantero. Ahí nos acercamos y lo saludamos".
Eduardo Díaz
Ingeniero de mantención de la estación NASA (hoy Peldehue), en 1966
"Estuvieron en la estación y se revolucionó todo. Armstrong nos dirigió la palabra y estaba todo el mundo que trabajaba allí presente, estadounidenses y chilenos".
De huasos
De paso a la estación espacial de la Nasa en Peldehue Armstrong, Gordon y sus esposas se vistieron de huasos y departieron con los campesinos de Colina. Tomaron chicha en cacho, los que empinaron al seco, lo que sacó aplausos de la concurrencia.
Vuelta olímpica motorizada en el Estadio Nacional
Francisco "Chamaco" Valdés, Elson Beyruth, Humberto "Chita" Cruz, Alberto Fouillioux, Néstor Isella, Ignacio Prieto. Todas esas estrellas locales del balompié estaban presentes en el Estadio Nacional la tibia noche del sábado 29 de octubre. Estaban programados dos importantes partidos: Colo Colo contra Ferrobádminton y Universidad Católica frente a Magallanes. Más de 50 mil personas repletaban el recinto de Ñuñoa para ver a sus ídolos. Pero otros visitantes acapararían la atención del público. Poco antes del primer cotejo, el público enloqueció en aplausos y gritos cuando el locutor anunció que los mismos astronautas norteamericanos que ya habían visto por la televisión o escuchado en la radio iban a salir a la cancha. "Entraron con sus esposas en el vehículo descubierto, fue muy exitoso porque el estadio estaba casi lleno", recuerda Chester Shaddeau. El automóvil con Richard Gordon y Neil Armstrong como pasajeros dio una vuelta olímpica completa mientras los astronautas recibían la ovación del público. Después vendría el fútbol: Colo Colo arrasó con los ferroviarios por 6 goles a 1 y Católica venció a Magallanes por tres a cero. A la salida del estadio, unos tantos comentaban los resultados, pero sobre todo el paseo por la cancha de los " cowboys del espacio", como los bautizaron los diarios de la época.

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