Tribuna
Dr. Fernando Orrego Vicuña
Diario El Mercurio, lunes 27 de agosto de 2012
La llegada a Chile de muchos nuevos doctores hace oportuno mostrar algo de la historia de la biología experimental en nuestro país así como algunos recuerdos de cosas escuchadas o vividas.
Un experimento notable fue el del Dr. Vicente Izquierdo, profesor de histología en la Universidad de Chile, quien había estudiado en Alemania con el gran Waldeyer. En su fundo de Nos, Izquierdo encerró una mariposa hembra en celo en un frasco que cubrió con gasa, sobre la que comenzaron a agolparse los machos. De ello concluyó que la hembra generaba una sustancia volátil que los atraía: las que hoy se conocen como feromonas.
Otro gran experimento fue el de Joaquín Luco en el sistema nervioso de la cucaracha. Vio que al producir una estimulación repetida de un nervio aferente, se producía una facilitación de la respuesta debida a un cambio en las uniones entre las neuronas (las sinapsis). Esto demostró experimentalmente el postulado de Hebb, base de la comprensión del aprendizaje, que decía que "el uso de una sinapsis, facilita el uso ulterior de esa misma sinapsis". Pienso que mereció un Nobel.
En esta historia la figura más importante fue la del Dr. Eduardo Cruz-Coke, una persona de un talento superior, interesado por la ciencia, la literatura, la filosofía y el arte. En Europa se hizo amigo de Federico García Lorca y de Henri Bergson. En Chile comenzó a rodearse de jóvenes en su cátedra de Química Fisiológica y Patológica de la Universidad de Chile, con los que se reunía en el laboratorio y en su casa a conversar de arte, literatura, filosofía y actualidad. Entre sus discípulos hallamos a Jorge Mardones Restat, Héctor Croxatto, Luis Vargas, Julio Cabello, Joaquín Luco y muchos otros.
Cruz-Coke fue uno de los fundadores de la Sociedad de Biología de Chile en 1928, institución importante para nuestra ciencia. Sin embargo, fue la Universidad de Chile la institución madre de todas las ciencias en Chile. Entre sus discípulos también estuvo Hermann Niemeyer quien, asistido por Tito Ureta, fundó el doctorado en Bioquímica donde formó a decenas de científicos. También llegó al Instituto Jorge Allende, doctorado en Yale junto con su señora, Catherine. Ellos luego crearían la Biología Molecular en Chile. En el Instituto había una real pasión por la ciencia: nos reuníamos todas las semanas para discutir los nuevos trabajos, y se trabajaba hasta altas horas de la noche. Esto duró hasta la reforma universitaria de 1968.
Otro de los puntales de la investigación fue el Dr. Francisco Hoffman, quien se había formado en Alemania con Trendelenburg, y en Inglaterra con A.V. Hill. Después, en la cátedra de fisiología, se comenzó a rodear también con gente joven como Samuel Middleton quien tenía un gran talento organizador. Él sucedió a Hoffman y llevó a una modernización de la cátedra de fisiología con la adquisición del primer computador para la neurofisiología y de contadores de radiactividad y una ultracentrífuga, fundamentales para mis estudios sobre neurotransmisión.
Luego encontramos a Antonio Horvath, a Teresa Pinto, creadora de la Neuropsicología, y a los fisiólogos de la audición, Hugo Adrián y Luis Robles. También Hoffman mandó a doctorarse a Humberto Maturana y a Mario Luxoro a EE.UU. Éste formó una escuela de biofísicos de la cual salieron Eduardo Rojas, Ramón Latorre, Cecilia Hidalgo y otros. Otro de los discípulos de Hoffman fue Osvaldo Cori quien trabajó con Fritz Lipmann y H.A. Krebs. Luego fundó la carrera de bioquímica en la Facultad de Química y Farmacia. Allí entraron muchos futuros científicos como Pablo Valenzuela, Rafael Vicuña, Rosa Devés, y tantos más. Cercano a Hoffman fue también David Yudilevich, que hizo importantes contribuciones a la fisiología de los capilares.
Otro de los Institutos de la Universidad de Chile fue el de Biología. Allí trabajó gente de gran prestigio, como el genetista Danko Brncic, quien hizo estudios importantes sobre genética de poblaciones y Gustavo Hoecker, reconocido por su trabajo sobre inmunogenética.
En la Universidad Católica dos discípulos de Cruz-Coke, fueron la base de la investigación: Héctor Croxatto, con los estudios de fisiología renal, y Joaquín Luco. También Luco tuvo varios discípulos importantes, entre ellos Carlos Eyzaguirre y Jaime Álvarez. En la Universidad Católica estuvo el primer microscopio electrónico que se usó en Chile (por el Dr. Juan de Dios Vial). Los tres primeros doctorados en Chile fueron los alumnos de Medicina de la UC, Francisco Bezanilla, Francisco Varela y Julio Vergara, a quienes Luco guió.
Otro de los hitos fue la creación de CONICYT en 1966 por el Presidente Frei y su ministro Gómez Millas. Ello fue impulsado por Luco, Cori e Igor Saavedra. Su primer presidente fue el Dr. Roberto Barahona de la Universidad Católica. Esta comisión ha sido la base del financiamiento y el desarrollo de la investigación en Chile.
El Dr. Mardones Restat me relató que cuando comenzó a trabajar en farmacología no había viveros y debía encargar las ratas al matadero. Y como a los matarifes les daba vergüenza que lo supieran, les pedían "chanchitos". Las ratas de alcantarilla que les conseguían mordían ferozmente por lo que había que manejarlas con pinzas de acero.
Así hemos visto de una manera tan rápida como incompleta, el extraordinario pasado que tienen los nuevos investigadores en Chile y cuánto esfuerzo y sacrificio pusieron estos precursores, lo que bien merece ser conocido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS