Students are taught what to think but not how to think‏





Antes de discutir sobre educación
hay que resolver una cuestión previa:

a los estudiantes se les enseña 
lo que hay que pensar 
(políticamente (in)correcto)
o a pensar por sí mismos.

Otra cosa:

Mientras nuestros liceos y colegios
sean la antítesis de la exploración, 
de la navegación y de la invención,
sin dejar un resquicio al niño o niña
para que imagine por su cuenta 
ni escoja un oficio con alegría
no llegaremos muy lejos...

Primero hay que enmendar el rumbo
y después (o simultáneamente)
resolvemos el problema del lucro.

La velocidad no cuenta
cuando no hay decisión
respecto al rumbo.

Cuando Colón partió
del Puerto de Palos,
lo único que tenía claro,
como lo anotó en su bitácora,
era seguir siempre al oeste.

Se basaba en un cálculo
erróneo acerca del tamaño
de la Tierra, pero su confianza
de seguir ese rumbo, le permitió
encontrarse con lo inesperado.

Muchas veces no sabemos el destino,
pero la intuición y la fe en el rumbo,
y la apertura a lo inesperado
nos preparan para eventuales
nuevos descubrimientos.

De eso se trata la educación,
de prepaparse para lo inesperado,
en lugar de castigar el error
como si todo estuviese ya inventado.

O para decirlo como 
la gran astrónoma chilena
María Teresa Ruiz:

Cuando las personas 
se equivocan 
es cuando más se aprende.

-Si uno le acierta al primer intento, 
sólo está corroborando lo que uno pensaba. 

Pero cuando no encuentra 
o no resulta lo que se esperaba, 
te hace pensar por qué no resultó, 
te hace buscar nuevos caminos, 
y ahí sí realmente estás aprendiendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS