Agustín Letelier
Diario El Mercurio, Artes & Letras, domingo 27 de mayo de 2012
"Piaf"es teatro musical. Sigue una corriente que predomina en el Teatro Posmoderno: la integración de diferentes formas expresivas, cine, plástica, danza, poesía; en este caso, teatro y música. Exige una dirección que maneje amplios registros escénicos y musicales e intérpretes con buen dominio de su voz. Annie Murath canta a Edith Piaf como si fuera ella. Su voz y su técnica nos traen vívidamente al gorrión de Francia, cuya fuerza y pasión electrizaban por los años 50 y 60, y que se ha mantenido a través del tiempo.
La obra "Piaf" de la autora británica Pam Gems, dirigida por Marco Espinoza, con traducción, adaptación y dramaturgismo de Soledad Lagos, nos muestra, en rápidas pinceladas, los rasgos centrales de la vida de esta niña que nació literalmente en la calle, vivió hasta su adolescencia en las condiciones más adversas y luego, por la fuerza y belleza de su canto, se convirtió en el ícono de Francia. Vemos su alma sencilla y generosa a pesar de su gradual caída en el alcoholismo y las drogas.
Pam Gems contextualiza las canciones de Edth Piaf: "L'Acordeniste" nos trae el muy francés sonido del acordeón y nos sitúa en su primera etapa de canciones en la calle y vida entre prostitutas. "Milord" nos muestra la generosidad de las mujeres del puerto, una acoge a un señor en decadencia, lo invita, le canta, lo puede hacer olvidar su dolor. Cuando en un accidente aéreo muere el gran amor de su vida, el boxeador Marcel Cerdan, en medio del dolor que la desquicia, canta esa oración intensa que es "Mon Dieu" en la que le pide se lo deje un poco más, tres días, dos días, uno, para adorarse, para poder construir sus recuerdos. Es una canción sobrecogedora. Y en el tiempo de su relación con el joven Charles Aznavour, al que conduce al éxito, canta la canción que él compuso, "Rien de Rien" en la que se expresa el estado juvenil de vacío. Para poder comprender mejor la razón por la que cada canción va en ese lugar de la obra, y entender bien su sentido, habría sido bueno mostrar su traducción.
Vemos la etapa de éxito de Piaf después de la Segunda Guerra Mundial, con la amistad de grandes estrellas como Marlene Dietrich y contratos en Estados Unidos. Sin embargo a pesar del éxito en el Carnegie Hall, ella siente que no logra ese contacto intenso que tenía con su público francés. No comprenden su idioma y se conforman con escucharla en discos. Entra en crisis, rompe sus contratos. Su tendencia a enamorarse de jóvenes y el sucesivo dolor de perderlos, la llevan al alcohol y las drogas. Su declinación es cada vez más clara. Su agente no logra conseguir buenos contratos. La obra llega a su momento más oscuro. Enferma del cuerpo y del alma, está próxima a su muerte. Sin embargo, renace su espíritu, vuelve al escenario y canta con toda su energía "Je ne regrette rien", en un gran final.
Las funciones de "Piaf" concluyen con el público aplaudiendo de pie. No es un recital, pero las excelentes interpretaciones de Annie Murath se convierten en lo central. Izidor Leitinger, músico clásico y jazzista radicado en Francia, fue invitado a dirigir la parte musical de esta obra en la que además de Annie Murath, otros actores tienen partes cantadas: Gabriel Cañas la de Charles Aznavour, Amalia Kassai la de Marlene Dietrich y Gabriel Urzúa las de un vaquero norteamericano, Ives Montand y Theo Sarapo. El trío que ejecuta música en vivo es apoyo indispensable a las canciones y crea los climas requeridos. Mérito importante de Marco Espinoza, el director general, es asignar prioridad al aspecto musical y estimular las capacidades propias de cada actor. Papel central en la creación de los ambientes teatrales tuvo el escenógrafo Jorge "Chino" González, con pocos movimientos de unas grandes cortinas rojas, separa escenas, sugiere espacios y forma un clima de gran espectáculo.
"Piaf "nos hace pensar en el misterio de la génesis del arte. Edith Gassion, nace en un suburbio de París en las peores condiciones. Pertenece a esa generación europea a la que le toca vivir dos devastadoras guerras mundiales, y a pesar de todo, herida, quebrada, llega a ser la gran Edith Piaf, la cantante inolvidable que representa la fuerza y la pasión de Francia.
Autora:
Pam Gems
Adaptación: Soledad Lagos
Dirección General: Marco Espinoza
Jueves a sábado 20.30 horas y domingo 20 h.
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