No es lo mismo la complicación que la complejidad.
No es lo mismo estar en conflicto que en tensión.
No es lo mismo lo urgente que lo importante.
No es lo mismo el vacío que la nada.
No es lo mismo la pedagogía que la educación.
No es lo mismo ser apocado que ser humilde.
No es lo mismo estar confundido que estar equivocado.
No es lo mismo un problema difícil que un problema de fondo.
No es lo mismo el caos que el despelote.
No es lo mismo la pobreza que la mugre.
No es lo mismo ser serio que tonto grave.
No da lo mismo la chicha que la limoná.
No es lo mismo subir los impuestos
que cambiar la estructura tributaria.
No es lo mismo encontrar
lo que no se andaba buscando.
que no hacer lo que se tiene que hacer.
No es lo mismo
-aunque el resultado sea equivalente-
farrearse un gol
con el arco desguarnecido
que meter un autogol
porque rebotó en el cuerpo
el pelotazo de un atacante.
No es exactamente lo mismo hacer
un descubrimiento serendípico
que de chiripazo encontrarse
en la calle con el Loto ganador.
Paradojalmente
es casi lo mismo
la falta de liquidez
que estar con el agua al cuello.
El orden de los factores
altera el producto
(los calzoncillos
sobre los pantalones,
sin ir más lejos;
el apuro de Superman, dicen...)
No es lo mismo tener facilidad de palabra,
que dificultad para quedarse callado.
Hagamos, mejor, mutis por el foro...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS