Quién trajo la zarzamora?


Desafío ambiental:


Vegetales foráneos invaden las  aguas y los suelos de Chile


por Richard García


Diario El Mercurio, Lunes 2 de Agosto de 2010 


http://www.lib.udec.cl/archivos_descargas_pdf/lib_en_la_prensa/El%20Mercurio.com.pdf






Aunque no es tan evidente a simple vista, 


su capacidad  expansiva está impactando 


en el equilibrio de la biodiversidad local.  





La proliferación de la microalga Didymosphenia geminata, 


que está causando serios problemas a la biodiversidad 


y la pesca deportiva en la Provincia de Palena, 


es apenas la punta del iceberg 


de la invasión de especies foráneas vegetales. 






Tanto por tierra como por la vía acuática 


están haciendo sentir su presencia. 






Su impacto todavía no es tan evidente, 


como el del castor o el visón, 


y, por lo tanto, no existen 


estrategias de erradicación sostenidas. 






"El efecto de las plantas invasoras sobre la diversidad 


es mucho más silencioso que en el caso de la fauna. 






Resulta más sutil, pero a la larga 


puede ser igual de pernicioso, 


advierte Ramiro Bustamante, 


biólogo de la Facultad de Ciencias 


en la Universidad de Chile. 






Bustamante, quien también es investigador adjunto 


del Laboratorio de Invasiones Biológicas (LIB), 


que funciona en la Universidad de Concepción, 


explica que mientras en el bosque nativo 


se ha generado una interacción evolutiva 


entre las distintas especies de plantas y animales locales, 


la llegada de especies nuevas, 


que no tienen historia común, genera trastornos. 






"Por lo general, traen químicas diferentes, 


pueden competir con las especies existentes 


o modificar el suelo". 






Afirma que el eucaliptus, por ejemplo, 


contiene grandes concentraciones de mentol. 






"Todas estas sustancias van al suelo 


y producen impactos importantes", dice. 






En otras ocasiones, 


las semillas de especies foráneas, 


como el pino radiata, se dispersan 


más allá de las plantaciones 


y caen en el bosque nativo. 






Esto es particularmente evidente 


en los bosques del Maule, cuenta. 






El Laboratorio de Invasiones Biológicas LIB ( www.lib.udec.cl ) 


ha elaborado una lista de los 30 intrusos más relevantes, 


en la que ocupa un lugar destacado el espinillo. 






Originario de Europa, destaca 


por sus bellas flores amarillas, pero, 


de paso, ha inutilizado terrenos de cultivo. 






"Donde se mete no hay forma de sacarlo. 


Lo pueden quemar, cortar, pero vuelve a brotar". 






Un impacto parecido produce la retamilla, 


que forma matorrales por toda la zona central y sur. 






Casi omnipresente en la misma zona es la zarzamora. 


La gente la trajo para hacer cercos y comer su fruta. 






No se conoce muy bien aún su impacto, 


aunque en otros países impide la regeneración 


de las especies nativas, explica. 






También ha sentado presencia el aromo, 


leguminosa originaria de Europa 


que crece en las orillas de ríos y caminos. 






Prefiere los espacios húmedos e impide 


el crecimiento de plantas menores, 


ya que le quita toda el agua. 






La semilla del pino oregón, en tanto, 


se ha dispersado desde las plantaciones, 


y ha ocupado sectores de las 


praderas en la patagonia de Aisén. 






El terror de los ostiones 






En la zona norte 


no se han detectado mayores problemas 


con las plantas terrestres, dice. 






Distinto ocurre con la vegetación marina. 






En los últimos años se ha producido 


una proliferación de un alga conocida 


como Codium fragile, especialmente 


en las bahías más o menos cerradas 


entre Caldera y Tongoy. 






Está afectando los cultivos de ostiones, 


ya que se asienta en las estructuras 


de mallas superpuestas, llamadas linternas, 


que se usan para el cultivo de estos moluscos. 






"El alga crece muy rápido 


y empieza a tapar toda la linterna, 


por lo tanto no hay flujo de agua 


a través de sus paredes. 






Eso evita la entrada de alimento y el ostión muere", 


relata Julio Vásquez, decano de la Facultad 


de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte. 






Su origen no está claro. 


"Pudo haber llegado adherida 


a los cascos de los barcos 


en las aguas de lastre", 


estima Daniel Varela, investigador 


del Centro i-mar de la Universidad de Los Lagos. 






En todo caso, no es tóxica para el ser humano. 






"En lugares donde tiene 


una distribución normal, como en Hawai, 


las fríen y las comen como snack. 






Podríamos hacer lo mismo, 


pero falta el innovador 


que se atreva", afirma Vásquez. 






Triple amenaza en Juan Fernández






Las especies invasoras pueden causar estragos 


en ecosistemas muy frágiles como las islas del Pacífico. 






En el caso del Archipiélago de Juan Fernández, 


los lugareños trajeron del continente la zarzamora 


y también dos especies nativas de Chile, 


el maqui y la murtilla, que se han 


expandido rápidamente por la isla, 


afectando su rica biodiversidad vegetal. 






Organizaciones ambientales internacionales 


y lugareños están empeñados en su urgente erradicación. 






Cómo llegaron






La mayoría de las especies vegetales 


han sido introducidas por el ser humano 


en forma intencional, ya sea 


con fines de cultivo u ornamentales. 






En ocasiones también han llegado 


en forma indirecta 


en material deportivo de pesca, 


como es el caso del alga 


que afecta a los ríos del sur. 

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