Peanuts
Time is money
(El tiempo es maní).
Estamos sobrepasados,
sobregirados, hiperventilados.
Se nos perdió la brújula.
Estamos fuera de ritmo
y dando la hora.
Sé lo que tengo que hacer
pero no sé por dónde empezar.
No tenemos tiempo para nada
(pero sí tenemos que encontrar
el tiempo para corregir las embarradas
que cometimos por andar apurados
precisamente porque no teníamos tiempo).
Todo el día arriba de la pelota.
Lo urgente desplaza lo importante.
Estamos tironeados por todos lados.
La maraña de las obligaciones
y compromisos nos tienen atrapados.
Somos esclavos de la agenda.
La pega, la familia, el taco, las cuentas;
ya no hay tiempo para los amigos,
para salir, para nada.
Salimos de vacaciones
pero no escapamos
de las aglomeraciones.
Volvemos al trabajo
para seguir pelando el ajo.
Todo es para ayer.
Hay que correr o volar
lo más rápido que podemos
para seguir en el mismo lugar
de la cinta transportadora
que corre en sentido inverso.
Alicia en el país de las pesadillas.
Este tren de vida
no se sostiene.
Se nos fue el tren.
Que se vaya nomás.
El problema es que
no voy en tren,
voy en avión
y si no me apuro
y parto de inmediato
para el aeropuerto
me voy a quedar abajo
y ahí si que se va armar la grande…
Se nos acabó el tiempo.
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