Celia se convirtió en una bestia



por Pablo Azócar
Diario Las Últimas Noticias
Martes 3 de Abril de 2012

Nos hemos acostumbrado a ver cada semana
los goles de los jugadores chilenos por el mundo.
Otra cosa distinta es ver los partidos completos.

Verlos todos es imposible, salvo que alguien
esté dispuesto a sacrificar toda expresión
de vida familiar o sentimental.

Incluso un tipo tan obseso como Bielsa
pide a sus ayudantes resúmenes 
de los partidos que le interesan:
ni siquiera el Loco es tan loco
como para verlos todos enteros.

El fútbol, como los libros,
como todas las cosas buenas,
intoxica o puede intoxicar.

Los entrenadores chilenos deben sufrir:
por primera vez tienen técnicamente
al alcance del ojo los partidos de todo el mundo,
pero no tienen tiempo para verlos.

Son miles de horas de fútbol 
cada semana y nadie puede digerirlas.

En la Juventus de Turín,
el equipo más popular de Italia,
donde juega Arturo Vidal,
hay varias cosas que sorprenden.

En primer lugar 
la Juve ('la Vecchia Signora'),
como la Roma, como el Milan
practican un fútbol 
desembozadamente ofensivo.

Algo está cambiando en Italia, el país 
donde se inventó  la palabra catenaccio,
una liga que hasta hace poco era un tedio mortal, 
donde los equipos empataban 0-0 o ganaban 1-0.
Ahora los partidos terminan 3-2 y a veces 5-4.

Luego, lo que impresiona en la Juve
es el rendimiento de Arturo Vidal,
un tipo que empezó como lateral,
más tarde lo pusieron de central,
después se dieron cuenta
de que también era notable
como volante central:
ahora descubrieron
que donde mejor juega
es como volante ofensivo.

Hace diez días vimos cómo
le ponía con lienza un pase a Del Piero
para el gol del triunfo, mirando hacia
otro lado: se la copió al Mago Valdivia.

Hace dos días lo vimos marcando
un golazo increíble con bicicleta incluida:
se la copió a Alexis Sánchez.

Pero Vidal hoy es mucho más que eso.

Juega al lado de un monstruo (Pirlo, 
el mejor reggista del fútbol mundial)
y ha aprendido de sus trucos.

La evolución de Vidal es pasmosa.

No sólo corre más kilómetros
que todos los otros,
como le enseñó Bielsa,
sino que ahora, como Gary Medel,
aprendió a quitar sin cometer faltas.

Juega con la misma fiereza de siempre,
pero ahora con una sorprendente precisión en velocidad, organizando el juego en todos los rincones de la cancha
y lanzando pases de 40 metros al tobillo del compañero.

Una bestia.

Se convirtió en un todoterreno
que reúne en un solo individuo
el talento y el músculo.

Vidal no sólo está en vías
de ser considerado
el mejor en su puesto en Italia,
sino que va a entrar en la discusión
de los mejores de todo el campeonato.

La generación dorada de Colo Colo 2006
alcanzó por estos días, su plena madurez.

Matías Fernández salió por fin
de sus turbulencias existenciales
y se apropió del mediocampo
del Sporting de Lisboa.

A este cóctel hay que sumarle
el mentado fenómeno de Alexis,
el crecimiento de Medel, Isla y los otros,
y a ese puñado de supersónicos de la U.

Por estos días, por estos lares,
el único entrenador feliz,
el único que tiene tiempo y medios
para ver todos los partidos 
que se le ocurran, es Claudio Borghi.

Tiene al alcance de la mano
un equipo asombroso.

Fue siempre un tipo con suerte.

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