Las convicciones y los principios fundados en la razón y en la evidencia se defienden debatiendo con altura de miras..‏




Las ajetreadas enfrenta el director ejecutivo de Libertad y Desarrollo. Por un lado, se lo ve entusiasmado con "Ideas y Prioridades de Futuro", un simposio de reflexión programática sobre la derecha que promete sacar chispas entre panelistas como ministros, personeros del think tank , de la Fundación Jaime Guzmán y el Instituto Libertad. ¿El cierre? A cargo del titular de Interior: Rodrigo Hinzpeter.
Y por otro, Luis Larraín se prepara para el envío por parte de La Moneda de la reforma tributaria al Congreso, ícono del debate entre las dos almas de la derecha que para él fue el argumento base para sostener que el sector "está perdiendo la batalla de las ideas", en el recordado round veraniego que lo enfrentó con el vocero Andrés Chadwick.
"Esta reforma tributaria contiene un alza de impuestos; hemos estado en contra de eso y hemos dicho que no era parte del programa de gobierno del Presidente Piñera. Hay mejores formas de financiar aumentos de gasto en la educación. Chile es acreedor neto, no tiene deuda externa; se pueden financiar algunos de estos mayores gastos con la emisión de deuda", argumenta antes de entrar en materia.
-El Presidente confía en que RN y la UDI apoyarán la iniciativa. ¿Lo cree?
-Dijo que va a ingresar en abril, lo que quiere decir que hay detalles que no están listos. Va a tener el apoyo mayoritario de la coalición, aunque algunos han dicho "a lo mejor debería haber libertad de acción" porque hay distintas posiciones.
-Piñera ha insistido en que "la mayoría de los chilenos está de acuerdo" con la reforma, y que "hay un sector de la derecha que tiene una visión muy estrecha de los principios"...
-Son un poco contradictorias las dos cosas. En una habla de principios y en la otra de que la mayoría está de acuerdo con algo, y los principios no se deciden por mayoría; se tienen, se defienden. Hay un número importante de gente y de instituciones a favor de una reforma tributaria, aunque sin mucha razón ni discusión.
-Tanto remarcar que la reforma va a financiar los cambios en la educación, ¿no se parece a cuando se le criticaba a la Concertación que no quería financiar la reconstrucción?
-No estamos en ese juego, no vamos a pagar costos por esto, no nos presentamos a las elecciones, no somos un partido político y no estamos calculando cuál es el efecto de lo que sostenemos sobre nuestra popularidad. Defendemos ideas, una visión de largo plazo de lo que hay que hacer en el país. Por eso hemos sido bastante irreductibles en nuestras posiciones, porque con nosotros no cabe una negociación política. Vamos a seguir manteniendo los mismos dichos porque son nuestras convicciones. Y nuestras convicciones no cambian por las mayorías.
-Al gobierno le molesta que las expresen.
-Cuando uno hace una crítica no puede esperar que se reciba bien. Pero hay que construir una relación un poco más madura y que las críticas se acepten.
-¿Marcará un antes y después lo que pase con la reforma tributaria?
-Creo que no. Después de un extenso debate, algún tipo de proyecto se aprobará, y esa discusión le va a hacer mal al gobierno: el resultado político va a ser que el gobierno no deja conforme a todos sus partidarios, y el balance final que se va a imponer es que es una reforma mezquina.
"A lo mejor nos equivocamos"
-¿Coincide con el senador UDI Jovino Novoa en que la derecha se ha debilitado en los 2 años de gobierno?
-Al poner el acento en temas como el aumento de los impuestos hay un debilitamiento de las ideas tradicionales de la derecha. Que este tipo de situaciones se resuelven con más emprendimiento, con más actividad económica, curiosamente no está en el discurso central del gobierno.
-¿Por qué?
-No lo tengo claro. Uno lo puede atribuir a cierta debilidad por el bajo apoyo al gobierno en las encuestas.
-¿Le preocupa que las elecciones de este año y el próximo influyan aún más en esta lucha por la identidad del sector?
-Hay obviamente un riesgo. Las propuestas de todos se hacen más populistas a medida que se acerca una elección.
-¿Ha analizado por qué en la derecha ahora se discuten hasta sus principios, algo que antes no ocurría?
-Es un tema que me preocupa bastante. Quizás el gobierno ha estado siempre urgido por contingencias, como el terremoto, los mineros... se acostumbró a ser un gobierno que trataba de dar respuesta a lo que pasaba, y no generó capacidad de imponer sus temas.
-¿Tendrán algo que ver el carácter y estilo del Presidente?
-Es una reflexión que uno puede hacer a los 55 años que tengo: el carácter de las personas es siempre importante, pero no soy sicólogo. Nosotros tenemos que estar en el análisis de políticas públicas, de los factores técnicos, económicos, pero ese otro ámbito es un factor que existe.
-Algunos dicen que esto era predecible desde que Piñera ganó las elecciones...
-No lo vimos así. A lo mejor nos equivocamos. Pero participamos en la campaña y en ese programa de gobierno no había una propuesta de reforma tributaria.
-Ud dijo que si él hubiese propuesto eso el 2009, no habría sido electo...
-...o no habría sido el candidato del sector.
-¿Pueden coexistir estas dos almas en la derecha? El PS y la DC también chocaban por temas económicos, valóricos...
-Pero igual duraron gobernando veinte años (ríe). Tiene que haber distintas opiniones si se quiere gobernar, de lo contrario se es una minoría. Lo acepto. Lo que pido es que la discusión de esos temas no sea tan superficial, no tan cargada de consignas.
-¿No siente que su sector de la derecha está en retirada?
-No. Si fuera cierto sería terrible. La política sin ideas es una lucha despiadada por espacios de poder. Sería argentinizar la política y que al final todo dependiera de grupos de presión.
"El Presidente no es rencoroso"
-Esta semana Ud. almorzó junto a otros personeros junto al Presidente, y le reiteró sus críticas...
-Un rasgo positivo del carácter del Presidente es que no es rencoroso ni se toma las cosas en lo personal.
-¿Qué le dijo?
-No voy a dar detalles. Pero él me invitó, y si a uno lo invitan es porque quieren escucharlo. Tratando de ser lo menos peleador posible, en este almuerzo puse de nuevo mis puntos de vista respecto de algunos de los puntos en que ha habido diferencias.
El Presidente los escuchó y no los descalificó. Dijo: "Ese es su punto de vista, yo recibo muchos puntos de vista".
-¿Le pidió no insistir con sus críticas?
-Hizo como una broma, en el sentido de que se podía ser un poco menos duro en las críticas y más pródigo en las palabras.
-¿Ha vuelto a hablar con el vocero Andrés Chadwick después del round que tuvieron por carta?
-No he vuelto a hablar con Andrés, pero lo invitamos al seminario. He tratado que esto no lesione los afectos de determinadas personas, y Andrés es uno de ellos. Para qué decir Cristián (Larroulet).
-Pero se dieron duro, cuestionando la política y los principios.
-Como tienen que ser las discusiones cuando uno pone convicciones. En el artículo que publicó Andrés en El Mercurio , en algunos puntos, negaba lo que yo decía, sosteniendo que el gobierno sí estaba defendiendo valores y principios clásicos de la derecha. Me pareció bien que un ministro importante dijera eso.
-¿Le creyó?
-Él discutió las afirmaciones que yo hacía. Obviamente, estoy de acuerdo conmigo y no con Andrés Chadwick (ríe).
-Ud. quiso hacer un punto al provocar esa discusión. ¿Cuál?
-Sí. Que la discusión sobre los principios de la derecha, y cómo ellos se aplican a la gestión de gobierno, se lleve a cabo. Que tenga lugar esa discusión. Eso es lo que hemos pretendido y lo que buscamos con este simposio. Queremos escapar de la consigna.
-El ministro Mañalich calificó su columna de "abominable" y "repugnante". ¿Por qué no le contestó?
-Jamás va a escuchar de parte mía términos como esos. Trato de mantener la discusión pública en el ámbito que corresponde y no llevarla a descalificaciones personales.
 "Las primarias tienen que ser el mecanismo"
"La pregunta es si políticamente las primarias pasaron a ser el estándar mínimo que hay que cumplir, y si una de las grandes coaliciones no hace primarias va a ser castigada por eso", adelanta Larraín..
-¿Cómo?
-Si hay una primaria de la Concertación, ¿cómo queda la Alianza sin primarias? La ventaja política que da es muy grande. Al otro lado están Orrego, Lagos Weber, Gómez y no sé quién más... hacen toda una parafernalia, eligen candidato, ¿y usted? "No, mire, nosotros hicimos una encuesta y nos juntamos Coloma, Melero, Larraín y no sé quién más y decidimos que el candidato va a ser este señor".
-Pero en el oficialismo son varios los que no se inclinan por las primarias...
-En general, soy partidario de las primarias. Nosotros como Libertad y Desarrollo siempre lo pusimos, incluso desde antes de que este tema se pusiera de moda. Al final tiene que ser un mecanismo para resolver las candidaturas.

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