La desgracia no borra toda la belleza del mundo, simplemente la vuelve inoportuna...‏





Escritor chileno radicado en Francia:
Bernardo Toro y la inoportuna belleza del mundo

De visita en el país para preparar su tercera novela, organizó dos encuentros sobre novela e historia.  

por Marilú Ortiz de Rozas 
Diario El Mercurio, Cultura, viernes 30 de marzo de 2012

"La desgracia no borra toda la belleza del mundo, simplemente la vuelve inoportuna", expresa el protagonista de "De fils à fils" (De hijo a hijo), segunda novela de Bernardo Toro. Una frase que sirve para abordar su obra, en la que contrasta un rico despliegue de recursos literarios, en un cuidado estilo, con el vacío de los personajes y su desoladora trayectoria. "La soledad es una experiencia humana fundamental", acusa el autor. "A contratiempo", que es el título de su primera novela, también sugiere que hay quienes no están sincronizados con la belleza del mundo. Pero a través del sobresaliente manejo del lenguaje y de las sentidas reflexiones de Toro, el lector se empapa de ella.
"A contratiempo", que ofrece una mirada desacralizada del exilio y de sus héroes, pone en escena a una mujer que se aferra al pasado y a un joven que necesita construir futuro. Están destinados al desencuentro. En esta obra, que contiene algunos elementos autobiográficos, Toro dice que quiso abordar dos silencios de la historia reciente de Chile. "El primero es el de la izquierda después del golpe, incapaz de reconocer su derrota. El protagonista, un chileno que llega a Francia a los 17 años, se vincula con unos exiliados mediante el ajedrez. No hablan del pasado. El segundo silencio, es el de los retornados, al final del libro, adheridos a un modelo ultraliberal que se ha impuesto planetariamente".
"De hijo a hijo", más intimista y ficcional, es la dramática crónica de un padre, que fue un hijo abandonado, a su hijo al que también ha de abandonar. La incursión alternada de los monólogos interiores de los personajes incrementa la atmósfera de incomunicación y tristeza. "Yo creo que una novela es triste cuando el autor no logra dar en el clavo para expresar en palabras aquello que quiere transmitir. La buena literatura no es triste; toda verdad es positiva para el ser humano. E intento llevar a mi obra toda la realidad física del mundo, no sólo la sicológica. Cuando no encuentro eso en la literatura, me causa tristeza".
Para él, la novela es un poderoso instrumento de conocimiento y en su montaje emplea todos los recursos disponibles. "Creo en la novela total, quien la escribe tiene que ser poeta, historiador, filósofo, cronista, sociólogo", afirma.
Bernardo Toro se encuentra actualmente en el país gracias a la beca gala "Missions Stendhal", que le permite preparar in situ su tercera obra, que abordará la gran apertura que se dio en Chile y en el mundo a fines de los sesenta. "Creo que fue la última gran época de la humanidad, y como suele suceder en la historia, tras ésta se produjo un efecto boomerang ". La está escribiendo en francés, como todas las anteriores. Nunca ha escrito en español, confiesa.
 Novela e historia
En el marco de su "Missions Stendhal", el escritor organizó dos mesas redondas en el Instituto Francés de Chile.
3 abril, 19:30 horas: Bernardo Toro, Ramón Díaz Eterovic, Anne-Marie Métailié.
18 abril, 19:30 horas: Bernardo Toro, Arturo Fontaine, Carla Guelfenbein.

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