Benedicto XVI en Cuba

Diario El Mercurio, Miércoles 21 de Marzo de 2012

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"Que Cuba se abra al mundo, y el mundo se abra a Cuba", dijo en la Plaza de la Revolución de La Habana el Papa Juan Pablo II en su viaje a esa isla en 1998, y muchos esperan que la visita de Benedicto XVI, entre el 26 y 28 de este mes, tenga algún efecto en la vida política local.

Hasta ahora es desalentador que, a días de su llegada, se hayan multiplicado los arrestos a disidentes y opositores. El domingo fueron detenidas por algunas horas 72 Damas de Blanco, las emblemáticas mujeres de presos políticos que protestan pacíficamente cada domingo a la salida de misa. Esta acción del régimen se ha interpretado como una advertencia para que durante la estancia del Papa los opositores no hagan manifestaciones que empañen las actividades oficiales. Las Damas de Blanco han pedido "al menos un minuto" de conversación, pero hasta ahora no se ha previsto ningún encuentro papal con los disidentes cubanos. "No pienso, no está en el programa, no lo preveo, aunque podría hacer alguna referencia en sus discursos y sería interesante saber qué dice", declaró el vocero vaticano, R.P. Federico Lombardi. Si las condiciones fueran óptimas, sería de gran valor simbólico que el Pontífice conversara con algunos de los isleños que luchan por mejorar la situación cubana. Tampoco está previsto un encuentro con Fidel Castro. "Si desea encontrarlo, el Papa tiene la mejor disposición. Es posible que se realice, aunque no está en el programa; pero si se produce, se anunciará", afirmó Lombardi.

La Iglesia Católica ha enfatizado el carácter "pastoral" de la gira, y en ese contexto se comprende que el arzobispo Jaime Ortega haya pedido el desalojo de una iglesia que fue ocupada por 13 personas que exigían cambios políticos. Ortega pidió que no se usara a la iglesia como "trinchera política".

A partir de la visita de Juan Pablo II algunas cosas cambiaron en Cuba. Fidel dio mayor libertad a la práctica de la fe católica y disminuyó las persecuciones religiosas. Se instauró feriado para Navidad -el único de naturaleza religiosa-. En las iglesias se abrieron espacios de reunión de laicos, y los sacerdotes ganaron más libertad para ejercer su ministerio. De igual modo, publicaciones de la arquidiócesis, como "Palabra Nueva" o "Espacio Laical", se aventuraron en temáticas sociales y políticas. En "Palabra Nueva, por ejemplo, en un artículo sobre la "evangelización en la salud" se hace una abierta crítica a la atención hospitalaria. Esta semana, para ilustrar la visita de Benedicto, se cita el discurso que pronunció a los obispos en 2008: "La Iglesia en Cuba está llamada a ofrecer a toda la sociedad cubana la única esperanza verdadera: Cristo nuestro Señor, vencedor del pecado y de la muerte. Ésta es la fuerza que ha mantenido a los creyentes cubanos firmes en la senda de la fe y el amor". En "Espacio Laical", un editorial plantea que "desde hace tiempo la sociedad demanda cambios", y un artículo acerca de la reforma procesal penal compara el sistema cubano con el de diversos países.

"El Papa Juan Pablo II animó a todos los cubanos a colaborar para conseguir un futuro mejor. Permítaseme retomar este mensaje de esperanza", ha dicho Benedicto XVI, y por eso, los cubanos aguardan con grandes expectativas su visita.