Sara

por B.B. Cooper

Diario El Mercurio, Día a Día, Viernes 17 de Febrero de 2012  

http://blogs.elmercurio.com/editorial/dia-a-dia/sara.asp

Si alguna vez tuviera una hija, me gustaría ponerle ese nombre. Y me imagino que sería linda, con el pelito crespo a lo Shirley Temple, buena además, inteligente y piadosa. Creo que le gustaría tanto bailar al ritmo de Shakira como pintar gladiolos en una tela sobre atril, llenos de colores. Cantaría, sí, tendría buenas notas en el colegio y además muchas amigas.

Pienso que le interesaría todo, o casi todo, pues con sus ojitos como almendras miraría de día en día el mundo como si fuese la primera vez. Por eso, creo que jamás olvidaría su expresión ante el elefante del zoológico...

Tendríamos la costumbre de caminar juntos de la mano a distintos lugares, y nos las apretaríamos mutuamente para darnos señales secretas de ciertas cosas. De seguro que le encantarían los caballos, preparar machas a la parmesana los fines de semana y subir a los cerros a tomar fotografías. También mirar las estrellas en casa, recostados juntos en una "tumbona", con la vista fija y clavada en el cielo.

Sueño que rezaríamos a ese mismo cielo cada noche, pidiéndole que nuestra familia permanezca unida y alegre. Comeríamos huevos a la copa los domingos para el desayuno y, en fin, iría también al supermercado a comprarle los "sacristín" que sin duda tanto le gustarían.

Pero no estoy casado ni creo que alguna vez vaya a tener una hija. Sin embargo, por una extraña razón siento que una Sara así existe en alguna parte. Sí, en alguna parte existe...