¡Qué mierda nos está pasando!

Cabronazos entrañables:

¡Qué mierda nos está pasando!

La vida se nos está escabullendo
de entre los dedos, y parece
que hemos olvidado que provenimos
de la misma matriz georgiana.

Acaso esta generación
no se ha percatado que forma parte
del grupo más notable de próceres
de que se tenga memoria.

Sin embargo, en este intenso trajín,
afanados en las grandes ligas
se nos desapareció del horizonte
algo que no pareciera importante,
sin embargo es absolutamente esencial.

Más de medio siglo de historias compartidas,
particularmente los años de formación
no son algo que se tira a la basura
ni se deja olvidado como un papel viejo (Sandro dixit).

De allí se obtiene mucha fuerza,
el nunca suficientemente bien ponderado 
'Georgian spirit', es hoy más necesario que nunca...

Ya no se aguanta tanta indiferencia e indolencia.

Si pareciera que los que están más vivos que nadie
son Tito Contreras, el Flaco Mardones, Popeye Edwards,
Ricky Villaseca, Potro Fernández, el Negro Pizarro,
Lucho Barrios, Rogelio Tapia, Juan Pablo Etcheberry, 
Lucho Ruiz, José Miguel García, el chico Fuentes,
Eugenio Pinochet...Herrera y todos los que ya partieron.

Los peñascazos están cayendo cerca.
Hay varios que están o han pasado por pits
y no sabemos de muchos más
con problemas físicos, anímicos o presupuestarios.

Podemos hacernos los lesos,
como si no importara.
Total, es algo que ocurrió
hace demasiado tiempo.

Sin embargo, si nos dejamos
absorber por la vorágine del presente,
que es cada vez más de nuestros hijos
y nietos que propia...¿qué nos va a quedar al final?

Este mismo presente, mañana no será nada.

La vida sin la perspectiva de lo vivido,
va perdiendo paulatinamente su sentido.

Este es un llamado, no a abandonar
las obligaciones y preocupaciones
que demandan sus ámbitos laborales y personales.

Es sólo que no desperdiciemos la oportunidad
de brindar a los amigos de toda la vida,
un gesto amistoso, cálido, solidario y alegre.

Esto no es una carga más,
es vitamina para el alma,
condimento para el espíritu,
combustible afectivo
para lidiar con lo que viene
que se presenta duro
pero también esperanzador.

Todos tenemos fecha de vencimiento,
pero la cosa no termina aquí.
Y es por ello que para llegar bien preparados,
la caridad vivida a concho comienza por casa.

Nadie sobra en nuestro curso, 
cada uno no sólo es necesario
sino que imprescindible.

Aquí se les quiere a todos,
no importa qué haya pasado
en épocas pretéritas o no tanto.

Si somos capaces de conservar
la unidad en la amistad,
quiere decir que no todo está perdido,
¡Aún hay patria chica, 
ciudadanos georgianos
de la Clase del '70 (1959-1970)!

Provenimos de la época de los autos chicos:
los minis y los fitos...

Recordando a otro Fito, 
repetimos con él cantando
(con emoción entrañable
y conmovedora, como
la de un Queso Baeza):
'Quién dijo que todo está perdido,
yo vengo a ofrecer mi corazón.'

1 comentario:

  1. Emocionante texto que me removió hasta lo profundo el sentido de lo que somos y estamos hoy día.
    Yo he sido harto inmune hasta ahora al "combustible afectivo", pero -aunque tarde- me he dado cuenta que es lo que realmente mueve al mundo. Lo demás son pendejadas.
    Juntémonos a echarle leña al fogón.

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