Limpios de corazón


No basta un crimen injustificable para bañar con santidad a la víctima.  (Carlos Peña)

Un poeta maldito no se corta las venas, se baña con la sangre de las víctimas.  (Bruno Vidal)

Estos son los que vienen de la gran tribulación, 
y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. (Apocalipsis 7:14)

Ellos lo vencieron por medio de la sangre del Cordero 
y por la palabra del testimonio de ellos, 
y no amaron sus vidas, llegando hasta sufrir la muerte.   (Apocalipsis 12:11)

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La única víctima inocente, en la cual se concentraron todos las injusticias;
la única persona que es capaz de redimir todos esos crímenes, 
derramando libremente y con infinito dolor su propia sangre 
y entregando su vida para la remisión de los pecados 
y la salvación y vida eterna, es nuestro Señor Jesucristo. 

Todo los demás van a ser cartas que van y que vienen.
La hoguera de las vanidades de este mundo.
Poetas que tratan de epatar. Malditos hasta por ahí no más...

Dios quiera que en lugar de tribunos 
que lanzan al voleo piedras a los pájaros  
o poetas malditos que lanzan pájaros a las piedras,
contemplemos nuestra fragilidad y nuestro prontuario.

No somos tan intachables y honestos como pretendemos.
No tenemos las credenciales para juzgar a nadie.

Eso sí: hay que arrepentirse e intentar reparar.

Pararse delante del misterio con humildad;
debatir con lealtad, respetando al otro,
discutiendo con pasión acerca de lo que
nos importa, no tanto para imponerse
como para que el bien y la verdad prevalezcan.

No pretendiendo tanto, tener la última palabra,
sino intentando vivir de acuerdo 
al que es la Palabra, que por su gracia divina
se encarne en nosotros, para anunciarla,
para que ilumine al mundo
y dé frutos de amor y paz...

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A Dios sólo se le contempla 
con los ojos del corazón
empapados de lágrimas...

Recogiendo tal vez las Bienaventuranzas:
Bienaventurados los que lloran porque serán consolados

Cioran escribió:

-En el Juicio Final sólo se pesarán las lágrimas.

Reflexión respondida con una pregunta por el poeta Bertoni:

-¿En kilágrimas?

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