Ser del Tamaño Adecuado
por Freeman Dyson
[Extractado del libro De Eros a Gaia
Tusquets Editores (Barcelona, 1994)
J.B.S. Haldane publicó su ensayo
'On Being the Right Size' en un libro,
Possible Worlds, que yo leí
en mi adolescencia hará unos cincuenta años.
Possible Worlds vio la luz en 1927,
pero dice muchas cosas
que siguen siendo vigentes en 1988
(y veinte o veinticinco años después).
He aquí por ejemplo,
cómo (aproximadamente)
describe Haldane
los efectos de la gravedad
y de la resistencia del aire
en animales de distintos tamaños:
"Si dejamos caer una laucha
en el pozo de una mina
de unos mil pies de profundidad
(~ 300 metros ),
al llegar al fondo,
después de un leve choque,
continuará caminando.
Un mamífero algo más grande,
digamos un guarén, se matará.
Un hombre al estrellarse
en el fondo del pozo
se romperá, además, los huesos
y un caballo morirá aplastado
por su propio peso y tamaño."
Haldane era un fisiólogo
que realizó importantes trabajos
para investigar los riesgos físicos y químicos
a que estaban expuestos los trabajadores
en las minas de carbón inglesas.
De seguro que sus conclusiones
acerca de lauchas y caballos
al caer en los pozos mineros
se basaba en una precisa observación.
Haldane era también socialista,
y no dudó extrapolar
sus observaciones fisiológicas
al terreno de la teoría social.
Vuelvo a citarlo:
"Para el biólogo,
el problema del socialismo
se plantea en gran medida
como un problema de tamaño.
Los socialistas radicales
aspiran a gobernar la nación
como una única empresa de negocios.
No creo que Henry Ford
encontrara mayores dificultades
en gobernar Andorra o Luxemburgo
sobre bases socialistas.
El número de hombres
que ya tiene en su nómina
supera la población de esos países..
Pero, mientras que la nacionalización
de determinadas industrias
es obviamente posible
en los mayores Estados,
es más fácil imaginarse
a un elefante dando saltos mortales
o a un hipopótoma saltando vallas
que un Imperio Británico
o unos Estados Unidos socializados".
[Lo anterior me recuerda
otro comentario respecto del socialismo:
Churchill comentaba
que era una fijación socialista
considerar inaceptable
que los privados obtengan ganancias
(el nunca bien ponderado lucro)
cuando lo verdaderamente inaceptable
es el vicio de producir
pérdidas a costa del erario público.]
Tal como Haldane sabía,
la supervivencia de animales
de distintos tamaños
depende no sólo de su fisiología,
sino también de su ecología.
Porque, para sobrevivir,
un animal no sólo
ha de ser del tamaño adecuado
para el funcionamiento de su anatomía interna;
también ha de ser del tamaño adecuado
para formar una comunidad estable
con las criaturas mayores y menores
de las cuales depende.
En la ecología natural
de los seres vivientes,
la abrumadora mayoría
de los animales que sobreviven
son pequeños, pero los pocos
animales de gran tamaño
tienden a dominar el paisaje.
Estos grandes animales
tienen una importancia ecológica
que no está
en proporción directa a su número.
Y lo mismo ocurre con la sociedad
y en particular la ciencia.
Por ejemplo, la gran mayoría
de las empresas científicas
que tienen éxito son pequeñas,
pero las grandes empresas
también desempeñan un papel esencial.
Y las grandes empresas
tienden a dominar
el ámbito político y educativo,
dentro del cual las empresas pequeñas
tienen que aprender a sobrevivir.
De esta dominación
de las grandes empresas
surgen las preguntas fundamentales
de la ecología científica.
¿Cómo debe mantenerse
el equilibrio entre lo grande y lo pequeño?
¿Cómo sabemos que lo grande
es demasiado grande
y lo pequeño demasiado pequeño?
¿Cómo podemos emprender grandes proyectos
sin crear presiones políticas que pongan
en peligro la integridad de la ciencia?
No intentaré dar respuestas generales
a estas preguntas.
A partir de principios generales
no podemos calcular
el tamaño óptimo de un proyecto científico,
del mismo modo que no podemos calcular
a partir de principios generales
el tamaño de un elefante o de una ballena.
Cada proyecto científico es único,
al igual que cada especie animal es única.
El propósito de la ecología
no es calcular
los tamaños
de los elefantes y las ballenas,
sino entender bajo que condiciones
pueden vivir esos animales.
En lugar de discutir
las empresas científicas en abstracto,
examinaré ejemplos concretos y veré si de ellos
se desprenden
algunas normas generales de conducta.
Los ejemplos de los proyectos que han tenido éxito
y han fracasado pueden darnos algua orientación útil
cuando hagamos nuestros planes para el futuro.
La ciencia de la ecología ha tenido su mayor calado
en la sociedad mediante advertencias de desastre.
Los ecologistas no se han recatado
de publicar tales advertencias,
incluso cuando la evidencia
de desastre era discutible.
Esperar a que los efectos de la lluvia ácida
sean indiscutiblemente evidentes,
es esperar demasiado tiempo.
Los ecologistas
han aprendido de la dura experiencia
a hablar con anticipación y en voz alta
cuando ven que el desastre se acerca.
En mi caso sigoel buen ejemplo de ellos.
Cuando pienso que un proyecto es probable
que se convierta en un desastre ecológico
para la ciencia, así lo digo.
No espero a que todo el mundo
esté de acuerdo con mis juicios.
Después de todo,
los ecologistas suelen ser útiles
cuando no se está de acuerdo con ellos.
Mi propósito no es imponer un acuerdo,
sino provocar discusión.
[La mejor política ecológica
es la que propone soluciones viables
(para discusión)
en términos de crecimiento económico
y proyección de desarrollo compatibles
con los estándares ambientales adecuados para sostenerlo.
Una vigilancia del cumplimiento
de las normas ambientales en estas condiciones,
puede lograr una gran efectividad al ser financiada
con los propios ingresos que los nuevos proyectos generen.
La ausencia de propuestas
generadoras de empleo y riqueza económica,
provocan una enorme presión indeseada
que va en contra
de la heroica lucha
de la porción más noble de la propuesta ecológica,
cual es, la de permitir la expresión de la diversidad
y armonía
de nuestros delicados ecosistemas
y su imperiosa preservación
para lograr
no sólo nuestra propia supervivencia,
sino para entendernos mejor a nosotros mismos
al ir conociendo y aprendiendo cada día más
del legado de sabiduría contenido
en la evolución del planeta y la riqueza de su biósfera.
Una estrategia que se aboca solamente
a cuestionar sistemáticamente los proyectos económicos,
(cosa absolutamente necesaria si van a producir daños
o desequilibrios ambientales irreparables),
sin llegar a proposiciones alternativas
productivas sustentables,
debilita fuertemente la defensa
del medio ambiente natural,
ante la porción menos sensible
o conocedora de los graves problemas ecológicos
que enfrentamos cada día,
y no contribuyen a aliviar la presión
que la pobreza (y muchas veces la ignorancia,
cuando no la codicia)
está permanentemente
ejerciendo sobre los delicados ecosistemas.
Es perentorio , entonces,
crear equipos interdisciplinarios
y echar mano de toda la creatividad disponible
para lograr el ansiado equilibrio
que nos permite crecer sanamente
a todos en armonía y paz.]
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Referencias
El artículo de Dyson fue publicado en Eros y Gaia
(Tusquets Editores, Barcelona, 1994)
y corresponde a una introducción general
a una serie de tres conferencias que Dyson
pronunció en la Universidad de Washington
en abril de 1988.
J.B.S. Haldane, Possible Worlds and Other Essays,
Chatto & Windus, Londres, 1927, págs. 18-26.
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