Pegado con gotita

Pegado con gotita

por Antonio Gil

Diario Las Últimas Noticias, jueves 15 de septiembre de 2011

Creemos que llegó la hora 

de que el señor Jaime Gajardo,

presidente del Colegio de Profesores,

sepa que hay un país entero

que está hasta las reverendas narices

de su bigote teñido con rímel o Grecian 2000,

de sus desubicadas atómicas

y de su tonito de guerrillero

de Las Buenos Aires de Paine.

Usted, señor Gajardo, debe saberlo,

empuerca, con su presencia

añeja, ñoña y fuera de lugar,

ese movimiento legítimo, genuino,

joven y cargado de voluntad de lucha

y de triunfo impulsado por nuestros estudiantes,

el mismo al que usted prácticamente 

se ha aferrado como una garrapata golosa.

Usted se encuentra 

apernado desde el 2007 

en la presidencia del magisterio,

está pegado con La Gotita 

a la comisión política del PC

y, como si fuera poco,

también se desempeña

como secretario general

de la Central Unitaria de Trabajadores.

Entonces, ¿cuántos años 

o décadas hace, profesor Gajardo, 

que no pisa una sala de clases

ni agarra una tiza o un plumón 

frente a un grupo de estudiantes?

¿Cree usted que sería capaz de aprobar

una evaluación docente (casi escribimos decente),

aunque le soplaran o llevara un torpedo en la manga?

Usted, profesor, el mismo que

se resiste con dientes y uñas

a la evaluación de los profesores,

es parte del problema,

y está muy, pero muy lejos

de ser parte de cualquier solución,

sea ésta la que fuere.

Usted, profesor Gajardo,

es un punto negro 

en la tersa piel de Camila Vallejo,

un furúnculo en la nariz de Giorgio Jackson,

un poroto flotando en la paila marina

del movimiento estudiantil.

No mencionaremos aquí

sus prosmiscuos vínculos

con el colegio particular subvencionado

San Esteban de Las Vizcachas, de Puente Alto,

propiedad de su señora esposa,

con sus ya bien conocidos y severos

problemas de huelgas 

y pagos de hambre al profesorado.

No somos anticomunistas, profesor:

estas modestas líneas sólo recogen

el clamor generalizado

de miles y miles de chilenos,

de las más diversas tonalidades políticas,

a los que su estilo y su afán de protagonismo

nos tienen hasta las masas.

"Todo el mundo sabe que mejorar la educación

y hacerla de mejor calidad incluye

una evaluación a los que la entregan.

Eso es básico.

Por eso los profesores

no se sienten representados por él,

y fuera de que sea o no representativo

del movimiento, no nos gusta

que hable en nombre de nosotros

cuando muchas veces pensamos distinto",

declaró hace poco un miembro directivo

de la mesa de la Confech.

Tómese unas merecidas vacaciones,

don Jaime, largas, bien largas.

Vaya a la Isla de la Fantasía

o a Baja Eslovovia 

o adonde se le ocurra.

Estamos muy seguros de que eso

no sólo le haría un gran bien a usted,

que se ve bien estresado, sino también

a las movilizaciones estudiantiles

y a las búsquedas de acuerdo con el gobierno,

así como a miles de profesores

que sí dejan el pellejo en las aulas.

Profesores de verdad, 

diurnos, vespertinos y nocturnos,

que nunca han aparecido en la tele

y que corren de escuela en escuela

y de liceo en liceo tratando de entregar

toda la calidad de que son capaces,

porque ese es su único lujo y su único lucro.