Michael Stipe de la recientemente disuelta banda británica R.E.M.
le pedía a los ingenieros de grabación que sus palabras no se entendieran,
para que se asimilaran con la música.
En los años sesenta, aunque sabíamos algo de inglés
-que aprendimos en el Saint George's desde muy chicos-
en realidad no poníamos tanta atención a las letras;
para nosotros éstas se asimilaban naturalmente a la música
sin que, por ejemplo, John Lennon le tuviera
que dar instrucciones específicas al respecto a George Martin,
ni Jack Bruce o Jimi Hendrix tuvieran que que hacer lo mismo
con sus respectivos ingenieros de grabación,
recurso al que sí apelaba en sus grabaciones el 'Pelao' Stipe de R.E.M.
porque no estaban interesados en enfatizar o dramatizar sus mensajes
para que tuvieran un efecto directo y accesible,
evitando, en lo posible, el exceso
de corrección política y lugares comunes
en la defensa de causas a las que adherían.
Esto de no poner demasiada atención a las letras,
permite descubrirlas con el tiempo convirtiéndolas
en una fuente inagotable de sorpresas y significados.
Y, a propósito de retiro, Stipe dijo:
"un hombre sabio dijo una vez que la habilidad
en ir a fiestas está en saber cuándo retirarse".
Totó Romero dijo una vez
que el saber retirarse a tiempo
debería ser elevada
a la categoría de una virtud teologal.
Y, para terminar, en los años ochenta
el más grande de los antipoetas publicó sus
CHISTES PArA DESORIENTAR A LA POLICÍA
en el que estaba éste:
¡Retirémonos majestad!
hasta las putas
saben retirarse a tiempo
hasta las putas
saben retirarse a tiempo
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