"Labbé y la educación"
Diario El Mercurio, Martes 27 de Septiembre de 2011
Esta carta del alcalde de Providencia, Cristián Labbé
(con 443 posteos, en el blog (Martes 27, ~17:00 hrs),
alude a la columna de opinión
del rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña,
publicada en el cuerpo de Reportajes del diario El Mercurio, el domingo recién pasado:
(con 382 posteos, en el blog (Martes 27, ~17:00 hrs)
Dicha columna había tenido una reacción por parte de Sergio Melnick
manifestada en una carta al director del Mercurio y publicada ayer lunes:
(con 433 posteos, en el blog (Martes 27, ~17:00 hrs)
Señor Director:
El rector Peña acaba de honrarme como blanco de su artículo semanal, y para mi desgracia lo hace con las peores armas de que dispone, incluyendo vulgares palabras e insolencias varias que son por sí mismas el desmentido de la cultura que él dice aspirar a representar.
Por mi parte, iré al fondo del asunto y partiré con una cita de Jacques Ranciére, el filósofo de la izquierda internacional con mayor reconocimiento, así como con discípulos y traducciones en Chile. Afirma: "La esencia de la política es el disenso, que no es el conflicto de intereses, de opiniones y de intereses (sic), sino el conflicto de dos mundos posibles" ("Política, policía, democracia", Lom, 2006).
Esos dos mundos posibles son, en su lenguaje, el de la democracia neoliberal, violenta, represiva y antidemocrática, versus el de la vieja pero hoy disimulada utopía igualitaria de raíz marxista.
En general, la izquierda más radicalizada, y desde luego la de inspiración marxista, repudia el concepto de "consenso" por la sencilla razón de que imposibilita o detiene la "lucha de clases", que para ellos es el motor de la historia. Ranciére, Bourdieu y otros aconsejan pulir y aplicar el concepto de "disenso", a fin de evitar la vieja nomenclatura, totalmente desacreditada tras la caída de la URSS.
Ya sé que, con criterios primarios, esto será acusado de andar viendo otra vez el fantasma del marxismo, pero la propia izquierda marxista, principal motor y beneficiaria de los desórdenes vividos últimamente, sabe que es así, e igualmente lo sabe el que conozca su ideología. Por lo demás, bien lo muestran los hechos.
Los alumnos empeñados en el disenso, en nuestros liceos, son apenas el 15 por ciento. Y son ellos los que se niegan y negarán, hasta donde puedan, a todo consenso, no nosotros.
¿Qué hacer, en consecuencia, considerando que un alcalde tiene por responsabilidad asegurar la educación a sus alumnos, tanto más si éstos así lo desean por abrumadora mayoría?
Una alternativa es perseverar en la búsqueda de consenso, a sabiendas de que no lo desean.
Otra, la que elegí, reconocer que no tiene sentido perseguir el consenso con los partidarios del disenso. Y centrarse en trabajar con quienes quieren hacerlo.
Hemos tardado años en alcanzar la educación de excelencia que imparten nuestros establecimientos y que demuestran todos los indicadores, como para ahora sentarnos de brazos cruzados a ver cómo un puñado de alumnos obstinados se permite someter a la mayoría a sus pretensiones, que no son sino ideológicas.
La simpleza burda y la malintencionada liviandad del ataque que me dirige el señor Peña podría servir perfectamente para argumentar contra las universidades privadas, obra "del Dictador", puesto que en una de ellas el columnista es rector, designado por las autoridades pertinentes.
Cristián Labbé Galilea
Alcalde de Providencia
Profesor de Ciencia Política
Alcalde de Providencia
Profesor de Ciencia Política
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