En relación con las personas y las palabras
hay mucho paño que cortar,
pero en una simplificación extrema
se podría decir que los hay
de pocas palabras y el resto.
En este segundo grupo
los hay los que
tienen algo que decir y el resto.
Entre los últimos,
los hay con facilidad de palabra
y los que tienen dificultad
para quedarse callados...
Wilde decía que el hombre debería decir
siempre mucho más de lo que pretende
y pretender mucho más de lo que dice.
En cambio Ortega y Gasset
reflexionaba que toda palabra
es a la vez deficiente y exuberante.
Dice menos de lo que pretende
y da a entender más de lo que se propone.
Ciertamente yo me he excedido
en no tener nada qué decir...
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