Sebastián Edwards entra a la coyuntura de Chile y mundial


Sebastián Edwards entra a la coyuntura de Chile y mundial
por Azucena González
Diario El Mercurio, domingo 24 de julio de 2011


"Es un gobierno que sigue trastabillando y cometiendo errores, que
insiste en auto infligirse heridas innecesarias", dice el economista
de la UCLA, que este jueves expondrá en un seminario de Moneda Asset
sobre inversiones.

Al economista y escritor Sebastián Edwards se le escucha contento al
teléfono. Cuenta que pronto vienen nuevos libros. "En este momento
trabajo en dos: uno sobre África y otro sobre Chile, y luego vendrá
una nueva novela, posiblemente titulada La hija de Gamboa", cuenta
desde Estados Unidos.

Pero al aterrizarlo a la economía internacional -y Chile- su mirada
tiene bemoles. A pesar de que el jueves la Eurozona sentó un acuerdo
sobre el plan de rescate a Grecia, el profesor de la UCLA es
categórico: "La tragedia griega está lejos de haber terminado. Con la
reestructuración y el default selectivo se va a ganar tiempo, pero los
problemas y la incertidumbre van a continuar. De eso no cabe duda",
anticipa Edwards, quien el próximo jueves vendrá a Chile invitado por
Moneda Asset Management al seminario "¿Anochecer o Amanecer?
Perspectivas Económicas y Oportunidades de Inversión".

-¿Cree que el nuevo plan apunta en la dirección correcta?

"Es un paso positivo que reconoce, primero, que Grecia no puede pagar
en las condiciones actuales, y que tiene que haber una 'quita' de
deuda. Segundo, que el costo de esta reestructuración tienen que
pagarlo todos, incluso los privados. Y tercero, que hay que salvar a
España y a Italia a como dé lugar. El plan tiene aspectos similares a
la reestructuración de la deuda de Uruguay en el 2003. Desde hace
meses varios de nosotros veníamos insistiendo que Uruguay era una
experiencia que había que estudiar y emular. El problema es que para
Grecia esto no será suficiente".

-¿Cuál es el riesgo mayor en este momento?

"La economía mundial está enredada. Todos los países avanzados están
con problemas: EE.UU. con el impasse entre Republicanos y Demócratas
por el límite de la deuda, la Zona Euro con los PIGS (Portugal,
Irlanda, Grecia y España); Gran Bretaña con el escándalo de las
escuchas telefónicas, y Japón con el ajuste post-terremoto. A pesar
del acuerdo político entre (Angela) Merkel y (Nicolás) Sarkozy del
jueves, Europa es el eslabón más débil. El problema es que Grecia no
puede pagar su deuda -ni ahora ni en el futuro-, y lo más probable es
que a pesar del nuevo plan, en unos pocos años tenga que producirse
una nueva reestructuración".

-¿Cuáles son los escenarios más probables?

"Lo más probable es un escenario mixto. Creo que en EE.UU. se va a
llegar a un acuerdo para aumentar el límite de la deuda y, al mismo
tiempo, hacer un ajuste fiscal profundo: reducir el nivel de
endeudamiento en unos 4 trillones de dólares en los próximos diez
años. Japón también se recuperará. Europa es una complicación: en el
Reino Unido podría caer el gobierno, y, a pesar del acuerdo reciente
que permite ganar tiempo y espacio de maniobra, en la Zona Euro aún
podría haber un ataque especulativo contra España e Italia. Esto
último podría generar un descalabro enorme, lo que se podría traducir
en una nueva recesión mundial, o, incluso, en algo peor".

-¿Qué posibilidad hay que esto se desencadene?

"Después de la reunión de líderes de la Zona Euro del jueves, esta
probabilidad bajó en forma importante, digamos a un 10%. La pregunta
es si esta 'tranquilidad' va a durar, o si va a ser pasajera. El peor
escenario es uno donde se produce tal desconfianza en los liderazgos
políticos que se paralizan las inversiones y la actividad económica en
todas partes del mundo y donde, además, se quiebra la Zona Euro. Hasta
el miércoles en la tarde ese escenario se hacía cada vez más posible;
a partir del acuerdo político del jueves bajó".

"Mejor ministro"

-¿Qué impacto ve para Chile?

"Ese no es nuestro problema principal. Nuestro principal problema es
un gobierno que sigue trastabillando y cometiendo errores, que insiste
en auto infligirse heridas innecesarias, como las del reciente cambio
de gabinete"

-Este cambió el foco hacia uno más político qué técnico. ¿Esto
viabiliza cambios y destraba proyectos?

"El problema del gobierno no era la falta de énfasis político. El
problema era la falta de "sensibilidad política", y la incapacidad de
las autoridades de entender lo que la gente realmente quiere. Alguien
tiene que decir la verdad: la realidad de este gobierno es que el
gabinete proviene de un estrato socioeconómico de élite, que de verdad
no comprende las vivencias, aspiraciones y preocupaciones de la
población, incluyendo las de la tan manoseada clase media. Y esto,
desafortunadamente, no se aprende con encuestas. Al final hay una
falta de empatía que deriva en una situación enredada y confusa. No
creo que sumando senadores UDI al gabinete se solucione el problema.
Ojalá que me equivoque".

-¿Cómo ve la llegada de Pablo Longueira a Economía?

"Para mí es incomprensible que el Presidente haya sacado a Juan Andrés
Fontaine del Ministerio de Economía. Era, posiblemente, su mejor
ministro: el más comprometido, trabajador, empeñoso y valiente. Un
hombre que entiende los mercados y que había diseñado un plan de
reformas formidable. A Pablo Longueira no lo conozco, pero creo que es
un muy buen político, un hombre de principios y, como se ha dicho, un
hombre con visión de Estado. Pero el problema es que no sabe economía;
peor aún, muchas de sus declaraciones tienen un preocupante tinte
populista.

¿Alguien puede pensar que Fontaine, o los anteriores ministros de
Economía, estaban en contra de la clase media?

-¿Fontaine debiera ser la carta del gobierno a la presidencia del Banco Central?

"Chile tiene muy buenos candidatos para el Banco Central. Ellos
incluyen al actual presidente, José De Gregorio, quien podría ser
renombrado, Juan Andrés Fontaine o Rodrigo Vergara. Cualquiera de
ellos sería un lujo".

-Usted ha mencionado la urgencia no de reformas, sino una "revolución"
y cambio del sistema. ¿Cómo lo aterriza en la actual coyuntura?
"Chile necesita una revolución de productividad y eficiencia, que nos
permita ser como Nueva Zelandia. Ello requiere mejorar fuertemente la
competitividad de nuestras exportaciones, destrabar burocracias,
reformar el anquilosado sistema de notarios y conservadores de bienes
raíces, modernizar puertos y aduanas, hacer una revolución educativa.
Lo paradójico es que casi todo esto estaba en los planes del ministro
Fontaine".
-Usted es partícipe de una institución académica de prestigio. Con esa
experiencia, ¿es partidario de transparentar o terminar con el lucro a
la educación?

"Nuestras universidades siguen un sistema de estudios antiquísimo y
totalmente pasado de moda. Formamos a especialistas que a los 22 años
se meten en callejones sin salida y se pierden en temas que ya han
perdido actualidad. Chile necesita una verdadera revolución
universitaria, con un cambio completo de mentalidad, de mallas de
cursos, y de enfoques. Las carreras de pregrado debieran ser mucho más
cortas, y los posgrados ágiles y sucesivos. Un sistema donde nunca se
deje de aprender. Este tipo de revolución no pasa por el lucro o el no
lucro. Ahora, sí creo que sería bueno transparentar la situación".

Dos libros de economía, de África y de Chile, y la novela "La hija de Gamboa"

La novela "Un día perfecto", tiene más que contento a Sebastián
Edwards. La próxima semana comenzará a venderse en Colombia, y luego
en el resto de América Latina. Pero él no descansa. "Desde hace un
tiempo alterno entre ficción y economía, por lo que ahora me toca
escribir economía", comenta.

Ya trabaja en dos libros, uno sobre Chile -previsto para el próximo
año en Estados Unidos, y después traducido en Chile-, y otro sobre
África, cuya fecha estimada en el mercado estadounidense es entre
fines de 2012 o comienzos de 2013. Abordará a Tanzania.

¿Por qué África y Tanzania lo inspiraron? "El gran desafío es África,
la gran frontera. Tanzania va a cumplir 50 años independiente en
diciembre. La mitad de los miembros de su primer gabinete están vivos.
Y se pueden ver todos los paralelos con América Latina, y darles a
ellos la perspectiva comparativa internacional para evitar los errores
que se cometieron en América Latina. Todo el trabajo de frontera",
asevera Edwards.

Y profundiza sobre los contenidos de estos trabajos que vienen:

"El libro africano es una historia económica de Tanzania desde su
independencia, en 1961. Hay aspectos de Tanzania que me recuerdan a
Nicaragua, con un proyecto socialista que fracasa estrepitosamente,
crisis, corrupción, mercados negros, confrontaciones con el FMI, y,
finalmente, reformas modernizadoras. El libro sobre Chile, que escribo
en inglés, analiza los años cercanos al cambio de milenio (1995-2005),
época en la que Chile vive un importante punto de inflexión. La novela
'La hija de Gamboa' está recién en pañales. Es un thriller político,
narrado por dos personas. Hay dos asesinatos -un padre y su hijo-,
misterios y traiciones. También una venganza feroz", anticipa Edwards.

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