Javier Mariscal sigue con un ímpetu creativo imparable

Mariscal triunfa en el cine
por María Cecilia de Frutos D.
Diario El Mercurio, VD sábado 2 de julio de 2011http://diario.elmercurio.com/2011/07/02/vivienda_y_decoracion/vivienda_y_decoracion/noticias/AAB7B56A-7FEA-4405-BAC7-B24664B8B588.htm?id={AAB7B56A-7FEA-4405-BAC7-B24664B8B588}
 
El dibujo le sirvió para entender el mundo; el diseño, para comunicar
y tener contacto con el público. Con 40 años de una prolífica carrera,
Javier Mariscal sigue con un ímpetu creativo imparable. Su trazo
inconfundible, lleno de humor e ironía, continúa a la vanguardia y
traspasa las fronteras de su España natal. Acaba de incursionar en el
cine, lanzará una lámpara para Artemide, y se dio tiempo para venir a
Chile a hablar sobre puertos y deportes náuticos. ser
 
Es de noche en La Habana, un joven pianista de jazz entra a un baile y
encuentra a una atractiva mujer que sueña con ser cantante de boleros.
Se miran, se enamoran, se separan, sufren, se vuelven a encontrar. La
historia de amor transcurre en la Cuba de los años 40, en Nueva York y
en Las Vegas, en la calle, en oscuras habitaciones y elegantes clubes
nocturnos. Es "Chico y Rita", película animada que ganó el Goya 2011,
que luego se transformó en novela gráfica y que ya ha vendido más de
12 mil libros publicados por Ediciones Sins Entido, Madrid, 2010. Un
apasionante relato que recrea la arquitectura, atmósfera, olores y
sonidos de la época en que estallaba la música cubana en el mundo,
nacido del guión del director Fernando Trueba -La Belle Epoque, La
niña de tus ojos, Calle 54- y de los dibujos, cargados de realismo,
del diseñador español Javier Mariscal.
 
"Uno de los trabajos que más alegrías me ha dado en la vida es "Chico
y Rita", porque me gusta poder comunicar, y todo el mundo que la ve me
abraza y dice "qué maravilla", "cómo me ha gustado", y entienden
perfectamente todo el discurso que hay detrás", cuenta Mariscal con
una sonrisa, mientras fuma y trata de pasar el frío con un capuchino
en un pequeño hotel de Providencia. "Cuando la hacía pensaba: igual
habrá alguien que pille lo que estoy explicando a través de la
arquitectura. Afortunadamente todos los buenos arquitectos lo han
captado.... Dibujar La Habana y poder recrearla es un regalo, han sido
tres años maravillosos", agrega.
Con 61 años, el fundador del Estudio Mariscal ha hecho casi de todo en
el mundo del diseño: cómic, ilustración, pintura, escultura, cerámica,
objetos, proyectos de interiorismo, comunicación corporativa y
luminarias. Y a pesar del poco tiempo del que dispone, vino a Santiago
por cuatro días para participar como expositor en el seminario "Chile,
un largo puerto deportivo", organizado por la Universidad Andrés
Bello, la fundación Mar de Chile y la Dirección de Obras Portuarias
del Ministerio de Obras Públicas. En la ocasión habló sobre su
experiencia en el tema de los deportes náuticos y de la posibilidad de
crear nuevos puertos.
 
"Este año he dicho que no a ocho viajes a América. Pero elegí Chile
porque tenía clavado en el corazón que en los años 90 vine y estuve
sólo una noche. Quise venir a ver qué está pasando con Chile, que
tiene tantos kilómetros de costa y no la reconoce. Yo he trabajado
mucho con gráficas relacionadas con el mar -diseñó el interiorismo del
Salón Náutico de Barcelona; desarrolló la comunicación de la Copa
América en Valencia- y vivo alrededor de él".
 
Su creatividad le permite desarrollar un proyecto tan artístico como
"Chico y Rita", trabajar con la imagen de una ciudad, de un banco, de
una tienda, o crear una delicadísima y tecnológica lámpara que
comercializará Artemide. Aun así, más que diseñador, Mariscal se
define a sí mismo como dibujante. "Es lo que he hecho toda mi vida,
desde muy pequeño. Gracias al dibujo he podido entender el mundo. Soy
disléxico y tuve serios problemas para poder leer y escribir", cuenta.
Entonces encontró en el trazo, en el cómic, en la creación gráfica, el
medio para expresarse y superar sus limitaciones, tanto que hoy dirige
uno de los estudios de diseño más prestigiosos y prolíficos de España.
 
Nacido en Valencia, se radicó en Barcelona en 1971 porque quería irse
de la casa de sus padres, y esa ciudad, pegada al mar y a Francia,
"era el laboratorio donde estaban hirviendo las cosas más
interesantes, diferentes, y encontré que ahí nadie me conocía, no era
el hijo ni el hermano de. Con los años me he quedado porque es una
ciudad pequeña, provinciana, fácil de vivir, agradable, con un clima
maravilloso". Allí arrienda un departamento cerca de su estudio y
circula en bicicleta por todas partes. Dice que es con su familia y
sus tres hijos -tiene tres, la mayor ya lo hizo abuelo- como está más
cómodo.
 
¿Te sientes más catalán que español?
 
No. Yo soy un marciano que nací en Marte. Ya no soy ni valenciano ni
catalán, no me interesa ser español, acaso sí ser europeo, si existe
esa categoría.
 
¿El diseño es parte de tu vida cotidiana? ¿Te gusta rodearte del
diseño de otros?
 
Sí, pero no de una manera obsesiva. Siempre mis casas han sido muy
agradables, todo el que la conoce dice que está muy bien, y eso para
mi es un buen diseño y punto. Pero no tengo la lámpara o el mueble
tal... mi casa es mía, algo muy personal.
 
¿Qué función le asignas al diseño?
 
Ayuda a mejorar tu entorno, la vida y la comunicación entre la gente.
El diseño gráfico organiza la información y contribuye a entender
conceptos. También sirve para utilizar la tecnología que está en
constante evolución; siempre buscando producir, con la mínima energía,
el objeto que funcione mejor.
 
¿Has incursionado en el tema ecológico?
 
Por definición, el buen diseño siempre prevé conceptos ecológicos.
Está siempre tratando de serlo, desde antes de que supiéramos lo que
era la ecología... incluso en los años cincuenta cuando se creía que
todo era infinito. Siempre se busca utilizar el mínimo de recursos, se
trata de mejorar el proceso de producción y también el objeto.
 
Y en eso está ahora, en espera de que se termine de producir la
lámpara que le encargó Artemide. Se trata de un nuevo flexo -lámpara
de mesa articulada-, que usa la tecnología led, que focaliza la luz de
manera más intensa, versátil y móvil. La llamaron Lotek y se espera
que a fines de año se empiece a vender. "Hasta que no esté lista de
verdad, no me la creo. Es muy compleja y tecnológica... La acaricias y
se prende, la acaricias suavemente y baja la intensidad, y si lo haces
más fuerte se apaga".

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