El libro "Matta. Cartas a Ramuntcho"

Libro Se publica la correspondencia que envió a su hijo Ramuntcho
Las desconocidas cartas del Matta padre
por Evelyn Erlij
Diario El Mercurio, Artes y Letras
Domingo 3 de julio de 2011
 
En su eterno andar por el mundo, el célebre pintor tuvo seis hijos de
cuatro mujeres en países distintos. Con uno de ellos, en particular,
mantuvo una estrecha relación a través de cartas en la que afloró un
instinto paternal hasta ahora desconocido. El libro "Matta. Cartas a
Ramuntcho" recopila las misivas que Matta padre mandó a su hijo nacido
en 1960; un texto que revela la imagen de un artista que ayudó a
esculpir desde lejos el espíritu de uno de sus herederos.
 
Casi 50 años tenía Roberto Matta cuando su hijo Ramuntcho llegó al
mundo, a poblar ese universo cotidiano tan particular que se había
construido para sí el pintor surrealista. Con el paso del tiempo,
Mountcho -como lo llamaba Matta- veía cómo la edad le sacaba canas al
cabello de su padre, que más bien parecía su abuelo. Siempre estuvo
consciente del medio siglo de diferencia que los separaba, y en parte
por eso decidió guardar todas las cartas que su errante papá le
enviaba desde alguna de sus casas o viajes. Cada vez que se juntaban,
Ramuntcho pensaba que sería la última vez que lo vería.
 
Pero Matta no murió joven y lo acompañó durante más de cuatro décadas,
hasta su muerte en 2002. Hoy, cuando se celebra el centenario del
artista, parte de esa intensa correspondencia que los unió en la
distancia salió a la luz en el libro "Matta. Cartas a Ramuntcho", un
proyecto que nació por iniciativa de la periodista Marilú Ortiz de
Rozas, quien quería publicar un libro sobre el pintor, tal como lo
había hecho ya con Mario Carreño en "Historia de un sueño
fragmentado".
 
"Matta fue un personaje que conocí brevemente en Francia, y que me
cautivó tanto desde el punto de vista de su obra plástica, como por la
profundidad de su ideario y lo extravagante de su personalidad, entre
Quijote y genio delirante", cuenta la periodista. Con la idea de
escribir sobre el artista, contactó a su hijo Ramuntcho, quien le
comentó sobre las misivas que tenía guardadas, un material que entrega
una mirada íntima a la compleja y sensible personalidad del célebre
artista.
 
"Una carta es un poco como una máquina para viajar en el tiempo.
Incluso mejor que una foto, ya que nos desplaza al espacio mental de
la época, (a) momentos determinantes de la vida", explica Ramuntcho
Matta desde París. "Seleccioné momentos íntimos sin revelar jamás
cosas que podrían avergonzar a personas aún vivas, o bien que podrían
dar una imagen distorsionada de la realidad. Estamos en una época en
la que ya nadie se comunica sinceramente. La carta es un momento, un
tiempo que damos a los demás. Quería compartir momentos de atención",
dice el músico y artista sobre la decisión de publicar las cartas de
su padre.
El texto está compuesto por una presentación biográfica de Matta a
cargo de Ortiz de Rozas, realizada a partir de entrevistas inéditas a
personas cercanas al pintor; texto en el que se revelan aspectos y
detalles desconocidos hasta ahora de la vida del artista. En la
segunda parte, en tanto, se exhibe la correspondencia -textos
manuscritos casi siempre atiborrados de dibujos-, la que es acompañada
por observaciones que aportan datos sobre Matta y su relación con el
mundo, sus ideas, sus viajes y sus lecturas, explica la periodista.
 
El Josef de Matta
 
Este intercambio epistolar del artista -quien dejó a su mujer Malitte
Pope y a sus hijos para irse con Germana Ferrari, su última esposa-
refleja la imagen de un Matta padre distinta a la que se conoce a
través de la compleja relación que mantuvo con otro de sus
descendientes, el también artista Gordon Matta-Clark. Aquí, Matta es
una figura paternal ausente físicamente, pero presente a nivel
espiritual en la vida de Ramuntcho, a quien se dirige con gran cariño.
"He aquí como te imagino haciendo ski acuático", le escribe bajo una
serie de dibujos que hace de su hijo, a quien dice mil y una vez
"pienso mucho en ti todo el tiempo" o "pienso en ustedes como el
marino piensa en su Puerto".
 
"A él lo angustió ser padre, por varias razones: primero, porque le
costaba expresar sus sentimientos; de hecho, él nunca pudo hablar con
su propio padre; en segundo lugar, porque le era difícil asumir las
cosas de la vida cotidiana", revela Ramuntcho en el libro.
El estrecho vínculo emocional e intelectual que unía a ambos se
refleja en que las cartas no son sólo un intercambio de noticias, sino
también de dudas existenciales y miedos. "Siempre te hice partícipe de
mis angustias y preocupaciones, de mi desconcierto, y pienso que esto
se evidencia en esta correspondencia", escribe su hijo en el prólogo
del libro, dedicado a su padre. De aquí que de las misivas emerja la
figura de un Matta íntimo, sensible y consciente, que dista de la
imagen pública de artista despreocupado, de ese vividor sin límites y
amante compulsivo del sexo femenino.
 
Según dice Ramuntcho, su padre lo entrenó desde el nacimiento para su
ausencia -"él estaba conmigo de otra manera", dice-; sin embargo, el
"PaMatta" de las cartas es un hombre que contradictoriamente no
soporta la ausencia de su hijo: "Mi amor, mi querido. ¿Por qué no me
escribes?", le reprocha constantemente en tono angustioso y
desesperado. "Tú eres mi Josef (te hablo como Jacob), el más amado, en
quien he depositado todas las piedras que silban mi amor", le confiesa
a su "Mountcho", que muchas veces se rebeló contra su padre por
encerrarse en su "vida de millonario".
 
"(Él) fue ante todo un ser humano con dudas y con tomas de posición.
Creo que las cartas permitirán al público descubrir una faceta de
Roberto Matta que no conocen y a la vez darse cuenta de que ser padre
nunca es una cosa adquirida. Como tampoco lo es ser hijo. Es algo que
requiere trabajo, escucha y respeto. Uno es un ser humano cuando se
comporta como tal", comenta Ramuntcho.
Escrita a fines de los años 80
 
Mi querido Ramuntcho:
 
Sabes que la amistad está hecha de respeto y admiración. Por lo tanto
es frágil, todo puede romperse.
Si insistes en burlarte del interés que otorgamos a Ramuntcho, con el
fin de hacer de ti un ser humano, claro, inteligente, consciente y
responsable.
 
Si te da lo mismo todo y si insistes en hacer solamente tus caprichos.
Nuestra amistad PUEDE romperse.
Nada me causaría más dolor.
Escrita a mediados de los años 70
 
Miércoles
 
Mi querido Mountcho:
 
Escucho tu música. Tienes ideas formidables pero te falta música y
técnica y voz. Hay que trabajar mucho, pero mucho, tus poemas son muy
muy bellos, ahí también hay mucho que limpiar.
 
Acláralos, ilumina todo, pero estoy muy orgulloso de tu talento, el
que veo como un diamante enterrado.
 
Estás a caballo sobre un poeta auténtico.
 
Acabo de llamarte por teléfono 9.45 -sin respuesta-. Quería decirte
esto, a lo mejor sería bueno que escribieras.
Harás reflexionar a otros.
 
Te mando un beso grande.
 
Yo sé que eres un verdadero artista, sobre todo un creador. Raíces,
hay que buscar las raíces profundas...
 
Guía tu luz...
 
"Inauguraré mi propia exposición el 11 de noviembre"
 
El documental "Intimatta", a cargo de su hijo Ramuntcho, acaba de ser
premiado esta semana con un fondo del Consejo Nacional de Televisión
equivalente a 211 millones de pesos. "La meta de una herencia es ser
transmitida al mundo.
 
Durante más de 15 años filmé algunos de los momentos que viví con mi
padre. Era verdaderamente su deseo, su testamento de hombre y de
artista. Este proyecto nació de su deseo de transmitir y de mi
voluntad de recibir.
 
¿Qué dejar ver de aquello que uno ha visto? ¿Cómo convertirse en su
propio padre?
 
Estas son algunas de las razones de este trabajo", explica el músico y artista.
 
En cuanto a su participación en alguna de las celebraciones del
centenario de su padre, el 11 de noviembre,
dice: " El 10 de noviembre inauguraré mi exposición en la Galería
Patricia Ready .
 
Esa será mi forma de desearle un feliz cumpleaños a mi papá".

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