por Antonio Martínez Diario El Mercurio, Wikén, viernes 10 de junio de 2011http://diario.elmercurio.com/2011/06/10/wiken/lascriticas/noticias/FA696839-1BE6-4EB9-B3D9-40C9B2206E78.htm?id={FA696839-1BE6-4EB9-B3D9-40C9B2206E78} Uno de los méritos que más destaca, en las nuevas aventuras del oso Po, es el empleo del 3D, porque pocas películas de animación han aprovechado con tanta anchura y esplendor la tercera dimensión. Hay películas donde es lo contrario y el 3D aporta poco y nada; en "Kung Fu Panda 2", en cambio, la tecnología extiende los escenarios y la profundidad de campo, y por eso hay enormes precipicios y espacios, que se combinan con los detalles de una gota de agua o una chispa de fuego. Así como "Avatar" (2009) impulsó las posibilidades del 3D, así también "Kung Fu Panda 2" instala una marca con este tipo de tecnología, que además está amplificada por una dirección artística rica y minuciosa, donde explotan los colores y diseños de personajes, paisajes y ciudades. La película tiene un valor visual muy superior a la primera parte, que era más sencilla, simple y probablemente menos ambiciosa. Tiene otro mérito agregado, algo que es notorio en la versión original, porque los actores actúan con sus voces y lo hacen cada vez mejor, más todavía porque las connotaciones que le otorgan a las frases y palabras, son la textura intelectual y sentimental de esos monos animados. Desde luego Jack Black como el oso panda Po, que es niño y adulto al mismo tiempo, pero siempre obediente a los deseos de Dustin Hoffman, como la voz del maestro Shifu, un pequeño ratón, que le pide encontrar lo más difícil de buscar: paz interior. Angelina Jolie como la Tigresa, es el misterio, el terciopelo y para el oso, incluso, puede ser el reposo del guerrero. Y lo sobresaliente es Gary Oldman como Lord Shen, el pavo real que es el gran enemigo de Po y Los Cinco Furiosos: Grulla, Víbora, Mantis, Mono y Tigresa. El propósito de Lord Shen, cuyo pasado se confunde con el del protagonista, es derrotar el arte del kung fu y dominar China, con unos aliados poderosos: pólvora, balas y cañones. Por la voz y su timbre, también por el vocabulario que emplea y el lugar de sus dominios: unas cavernas de fuego, por donde se trabaja el hierro; este pavo real bien podría ser la mascota de Saruman o Palpatine, por su convencimiento, humor y maldad. Esta película, eso sí, tiene menos humor e ironía que la primera parte y tampoco existe un personaje tan delirante y ambiguo como la tortuga Oogway, donde nunca se sabía si lo milenario era su sabiduría o su estupidez. Lo que posee "Kung Fu Panda 2", en cambio, es un mayor refinamiento y elegancia, junto a un guión y diálogos delicadamente elaborados. También tiene una dirección artística deslumbrante y un empleo espectacular de las posibilidades del 3D. Lo último y no lo menos importante, es que los directores han dominado el mundo de la animación, y las mujeres en ese cargo son escasas y por lo general, lo han debido compartir con un hombre; pero en esta ocasión, en cambio, directora no hay más que una: Jennifer Yuh, mujer. EE.UU. 2011. Directora: Jennifer Yuh. 90 minutos. Todo espectador.
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