La comedia de la ciencia

por Pedro Gandolfo
Diario El Mercurio, Revista de Libros,
Domingo 10 de abril de 2011
http://diario.elmercurio.com/2011/04/10/al_revista_de_libros/revista_de_libros/noticias/1F009781-856F-41B4-94DA-8185875334EE.htm?id={1F009781-856F-41B4-94DA-8185875334EE}
 

Solar , la última novela del escritor inglés Ian McEwan (1948), narra una historia que tiene como trasfondo el problema del cambio climático mundial. Su estilo sólidamente definido se puede disfrutar aquí, siempre buscando capturar al lector desde el principio del relato, llevándolo de la comedia a la tragedia y viceversa, siempre jugando con generar y romper sus expectativas con su habitual talento en el uso de los recursos narrativos, humor negro, y un ápice de crueldad en la ficción. Como en otras de sus obras (sobre todo, en Sábado ) McEwan se enfrenta a un tema científico en el que se reflejan las contradicciones de nuestra sociedad y lo hace con agudeza, rigor y una comprensión del lenguaje de las ciencias y la tecnología que pocos novelistas contemporáneos pueden exhibir. La novedad es que el enfoque de este tema tan "serio" es aquí predominantemente cómico o sarcástico.


La novela se centra en la vida de Michael Beard, científico acreedor, en la década de los 70, del Premio Nobel por un aporte a la Física teórica llamado "Combinación Beard-Einstein", logro que le ha permitido llevar por años una vida acomodada a la sombra de la fama de aquel premio, a través de conferencias, entrevistas y utilizando su nombre prestigiado para obtener sinecuras. La historia de Beard, un gordo, cincuentón, semicalvo, adúltero compulsivo, oportunista y sumamente escéptico es contada desde su exclusivo punto de vista. Sus reales motivaciones (su hedonismo, su apetito incontrolado por la comida, el alcohol y las mujeres) aparecen así expuestas ante el lector en contraste con el desinterés, idealismo y grandeza que se suele atribuir al mundo científico y académico.

Comienza el relato cuando está a punto de divorciarse, por quinta vez, de Patrice, una profesora de primaria de gran belleza y elegancia, que es casi veinte años menor que él, pero ahora, para colmo de su vanidad, es ella quien lo abandona. Devastado en su vida sentimental, le ofrecen ser director de un instituto gubernamental de investigación para el desarrollo de energías renovables, propuesta que acepta a pesar de su completa indiferencia. En este lugar es donde conoce a Thomas Aldous, un becario del instituto, joven ambicioso que está desarrollando un proyecto para la producción de energía limpia sobre la base de la fotosíntesis artificial, la alternativa para solucionar el problema de suministro energético a nivel mundial, al utilizar la fuente de energía más importante: la luz solar. Estas van a ser las líneas por las que se deslizara la vida de Beard y la novela.

Beard es perfilado como un antihéroe o héroe posmoderno, ya que independientemente de su sentido de la moral, alcanza el éxito social cueste lo que cueste, privilegia el bienestar y la satisfacción inmediata e ilimitada de sus apetitos y tiene por única preocupación salir airoso de situaciones críticas. Beard, un personaje un tanto unidimensional, se constituye casi en una alegoría del doble estándar de sociedad actual: de un lado, un mundo privado caracterizado por la frivolidad, el consumo excesivo y el egoísmo y, por el otro, en la esfera pública, un discurso idealista, radical y desinteresado. McEwan esboza una tesis, sin ánimos de provocación, en la cual las energías renovables se convierten en un negocio lucrativo. De hecho, en la última fase de su vida Beard se "recicla" como empresario de energías limpias gracias a conocimientos de los cuales se apropió ilícitamente: "Nuestro planeta tierra es algo finito. Tienen los datos adelante, pueden elegir; el proyecto humano fracasa, naufraga, si no lo impulsan la seguridad y la limpieza. Ustedes, el mercado, o se interesan por él y se hacen ricos apoyándolos o se hunden con todos los demás...".

La novela escrita en tres partes, con un pequeño apéndice, es temporalmente muy simple, relatando episodios (2000, 2005 y 2009) profesionales y personales de Beard. La comedia es lo que hará accionar la estructura, las tensiones que se resuelven de manera sorpresiva, la forma en que el autor nos hace caer en su juego. Esta cualidad en un comienzo bordea la euforia, y paulatinamente va decayendo. El cambio climático y sus repercusiones en el diálogo y debate científico actual (fenómeno que a McEwan le fascina particularmente) son presentados con humor e imparcialidad, sin pretensiones ni abanderamientos ideológicos. Con un remate propio de la tradición cinematográfica, la novela consigue una unidad satisfactoria, compensando una primera parte rápida, hilarante y muy inteligente, con una segunda más lenta y sobria. Solar es una obra que no busca revolucionar el debate mundial sobre el calentamiento global y el cambio climático, sino contar una historia compleja a propósito de él, exhibiendo de manera entretenida, perspicaz y con espíritu crítico ese otro lado que ni la ciencia ni las políticas públicas muestran y que sólo la ficción puede tratar con más elegancia y refinamiento intelectual.

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