Opinión Diario El Mercurio, Lunes 28 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/cienciaytecnologia/2011/02/28/las-cosas-que-he-superado.asp Hoy es el primer día de trabajo para muchos. Pero estoy pendiente de otro asunto. Pasado mañana Apple lanzará su iPad 2, justo cuando estoy acostumbrándome a mi iPad que ya es viejo. Es uno. Pero no me importa (mucho). Mi auto, que fue nuevo, ya tiene tres años. Resisto en él. Debo confesar, eso sí, que mi señora compró unas almohadas de esponja muy especiales que, dice, se adaptan al cráneo. Así es que mi cama es moderna. También uso cepillo de dientes eléctrico y rasuradora... en fin. Es que me encanta lo contemporáneo, creer y hacer creer que estoy en la cresta de la ola. Bueno, en algunas materias, estoy a caballo. Pero superé el impacto tipo iPad 2. Leeré, curioso, sobre lo que éste logra y que el mío no consigue, compararé precios, pero al fin, regresaré a mi viejo iPad, que ya cumplió un mes. No, no me compraré el iPad 2. No tengo el dinero, no sabría cómo llegar a la casa con un aparato de esa calaña. Además, ni lo venden en Chile. Antes, me regalaban software nuevo. En serio. Por lo demás, con Steve Jobs enfermo, ya nada en Apple es lo mismo. Mi iPad lo presentó el mismísimo Jobs. El iPad 2 lo presentará tal vez Tim Cook o Phil Schiller, da igual. Lo que conviene en estas materias, es seguir el consejo que el padre Roasio me daba en el confesionario: "Piense en otra cosa, piense en otra cosa, piense en otra cosa, haga deporte, lea una novela policial...". Claro, enfrentaré mi tarea. Es hora de retomar la planificación que hicimos en enero. Hay que preocuparse de los efectos del alza del precio del petróleo, o del prenatal y posnatal, o de la inminente visita del presidente Obama. (¿Usará un iPad, Obama?). Dale. Para comer, una cuchara; para cantar, las cuerdas vocales; para pensar, el cerebro. Para anotar, a lo más, un notebook. Pero tal como no es lo mismo un papel que un notebook... Lo crucial es otra cuestión, como he aprendido con los años: hay que mantenerse en su centro, dejar que el mundo fluya, comer lo justo, abrigarse con el sol y la camiseta, tomar los remedios, caminar... Servir a los otros según los propios talentos. Pero que es bueno leer novelas policiales, es bueno. Mi papá me introdujo en Erle Stanley Gardner quien, para muchos, no significa nada (él inventó a Perry Mason, que tampoco es significativo para nadie menor de 35). Hay versiones de sus libros descargables gratis en mi iPad, así es que no importa si se me desaparecieron. Pero qué interesante fue ver, en una conferencia en Washington, cómo unos pocos tomaban notas en sus iPads. Una lesera, no es un equipo para escribir rápido en él, para eso, se necesita un buen notebook y voy a mirar si han bajado de precio.
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