Si por alguna misteriosa razón
la Humanidad desapareciera
del planeta y todos los sistemas
que sostienen nuestra civilización
dejaran de ser atendidos
y mantenidos por seres humanos,
en dos días los mecanismos
de drenaje desactivados,
harían que el Metro de NuevaYork
se inundara completamente;
en siete días los generadores diesel
que impulsan el agua de los circuitos
de refrigeración de los reactores nucleares
se quedarían sin combustible,
y el mecanismo se detendría.
En 300 años, los puentes
de Nueva York se derrumbarían.
Los diques de todo el mundo se anegarían,
se inundarían y se vendrían abajo.
Ciudades como Houston, construidas
en los deltas de los ríos, serían
arrastradas por las aguas...
Alan Weisman, El Mundo Sin Nosotros
Editorial Sudamericana (Buenos Aires, 2007)
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