Urbanismo: El efecto rebote (o el fin de Los Simpson)


Por: Iván Poduje*
Revista Qué Pasa, 21 01 2011
Sección: Posteoshttp://www.quepasa.cl/articulo/20_4973_9.shtml
 
El crecimiento de la periferia en Santiago ha perdido velocidad.
 
Es lo que se conoce como "infilling" o rebote.
 
Los grandes ganadores con esta tendencia
son los barrios centrales y bien equipados,
como Lastarria, El Llano o antiguos suburbios
de Vitacura y Ñuñoa.
 
Si usted tuviera que imaginar el crecimiento de Santiago,
posiblemente lo asimilaría a una gran mancha de aceite
que se extiende sobre campos agrícolas.
 
Esta percepción se remonta a la década del 30,
cuando llegaron miles de migrantes
escapando de la crisis del agro y las salitreras,
lo que rebasó los límites impuestos
por el intendente Vicuña Mackenna a fines del siglo XIX.
 
Entre 1970 y 1990 la expansión tuvo un nuevo impulso,
primero por la masiva construcción de viviendas sociales,
y luego por el surgimiento de una clase media con gran poder de compra.
 
Para acomodar a esta población,
la capital absorbió nuevos suelos rurales
y localidades completas, como Maipú o San Bernardo.
 
En los últimos años, este patrón experimenta
un cambio de tendencia importante,
denominado "infilling" o rebote.
 
En términos simples,
el crecimiento periférico pierde velocidad
y las transformaciones demográficas y económicas
comienzan a producirse con más intensidad
en la ciudad consolidada.
 
La primera señal aparece en 1997,
cuando los departamentos superan a las casas
en las preferencias de compra de los santiaguinos.
 
En sólo diez años este patrón se acentúa,
y Santiago Centro se transforma
en la comuna con mayor venta de viviendas nuevas,
superando a Maipú, Puente Alto o Quilicura.
 
La segunda señal proviene del retail.
 
La misma industria que había colonizado
la periferia con sus grandes centros comerciales
decide reconquistar las áreas centrales
con nuevos formatos como los strip centers,
las tiendas de conveniencia y los malls verticales,
como el "Costanera Center".
 
Las oficinas hacen lo mismo y retornan
a las comunas que habían abandonado
cuando migraron a El Golf,
reactivando distritos financieros
de Santiago Centro o Providencia
con más de 20 nuevos proyectos.
 
Existen varias razones para explicar el infilling.
 
La más importante, es el cambio radical
que experimenta la familia santiaguina.
 
A diferencia de los Herrera de la serie "Los 80",
hoy casi la mitad de los hogares
están formados por adultos mayores,
personas solteras o separadas
y familias con un solo hijo,
para los cuales la periferia
no es una opción atractiva.
 
Otra explicación es la congestión vehicular
que aumenta la demanda por vivir
en áreas más cercanas al empleo,
disparando la venta de departamentos y casas usadas.
 
Los ganadores del infilling
son los barrios centrales y bien equipados
como Lastarria, El Llano
o antiguos suburbios de Vitacura y Ñuñoa.
 
El infilling también explica
la espectacular transformación
de Estación Central o el Parque Arauco,
y la revalorización de zonas industriales,
 que además se beneficiarán
con nuevas líneas de Metro,
lo que debiera reimpulsar
el desarrollo de San Joaquín,
Cerrillos o Independencia.
 
Por supuesto,
la periferia seguirá atrayendo población,
aunque en menos cantidad.
 
Sin embargo la casa con jardín,
ese ícono que hemos visto
desde Los Picapiedra hasta Los Simpson,
dejará de ser el hogar
representativo de Santiago,
un hecho que rompe con varios paradigmas
cuyas consecuencias todavía
no alcanzamos a dimensionar
en su real magnitud.
 
__________________________________
 
*Socio de Atisba, oficina especializada
en temas urbanos y territoriales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS