por Liberty Valance Diario El Mercurio, Revista Sábado, 22 de enero de 2011http://diario.elmercurio.com/2011/01/22/el_sabado/perdone_lo_poco/noticias/91F98466-00AA-46AA-A0EB-F81D6567984E.htm?id={91F98466-00AA-46AA-A0EB-F81D6567984E} G.H.C., 55 AÑOS, EMPLEADO BANCARIO. -Me dijo que iba a estudiar ingeniería y yo feliz, porque era lo único que quería: un hijo universitario y además ingeniero. Se matriculó en Ingeniería en Climatización, pero al año siguiente se cambió a Ingeniería en Comercio Exterior y al cuarto año, cuando ya estaba cabreado de pagar el arancel, me confesó la firme, había estado un año en Ingeniería en Prevención de Riesgo y Medio Ambiente, antes de decidirse por Ingeniería en Ecología y Turismo. Según él, hasta yo habría entrado a la universidad en este tiempo, sería Ingeniero en Contabilidad Bancaria y ganaría más o menos lo mismo que ahora. No entiendo nada. Yo le pregunto al Colegio de Ingenieros o a la autoridad competente, dos cosas: ¿qué es la ingeniería y qué es ser ingeniero? A.M.P., 45 AÑOS, TÉCNICO AUTOMOTRIZ. -Empezó en Diseño Gráfico, pero no encontró pega e hizo una segunda carrera: Diseño Industrial. Esta vez, la pega que encontró no le gustó al perla, porque le pagaban como si fuera diseñador de una cosa y no de dos. Eso me explicó, cuando me pidió que le pagara una tercera carrera. Imagínese, es mi hijo, primera generación universitaria, le dije que sí. ¿Sabe lo que eligió? Diseño en Computación y Animación Digital. Me siento como mono animado. A.G.T., 68 AÑOS, DUEÑO DE UN QUIOSCO EN MACUL. -Cuando ingresó a Terapia Ocupacional, no encontré tan la mala idea, porque pensé que siempre habría gente buscando trabajo. O sea que campo laboral no le faltaría. Cuando se retiró de Terapia Ocupacional y se inscribió en Licenciatura en Ciencias de la Ocupación Humana, yo dije que estará de Dios, porque el asunto iba más o menos, por donde mismo. Hace cuatro años que se tituló y todavía está cesante. El otro día me preguntó si me gustaba mi trabajo. No le respondí. Después quiso saber por mis condiciones de quiosquero, y si eran naturales o aprendidas. Me quedé callado. Lo último que hizo fue preguntarme si me hice quiosquero por vocación o por necesidad. Lo mandé a la cresta. H.I.S., 49 AÑOS, CHOFER COLECTIVERO. -Yo siempre lo encontré quedado, muy buena persona, pero un poco quedado. Se matriculó en el Bachiller en Estudios Pastorales y seguí pensando exactamente lo mismo, pero cuando se matriculó en la Licenciatura en Estudios Pastorales se me confirmó el asunto, y ya el remate fue que se metió a Teología, donde le faltan un par de años. Tuve que sacrificar uno de los dos taxis, porque todavía sigue estudiando y hace no sé cuánto que le pago el arancel universitario. El resultado final va a ser el siguiente: el papá taxista y el hijo teólogo. Lo último que me pidió fue conocer el Vaticano, porque era fundamental para su carrera. Por estos días anda por Venecia y también quería ir a Milán, para ver jugar al Inter. Que todo sea por lo que le dije antes: papá taxista e hijo teólogo. ¿Usted lo ve como progreso? A veces pienso que el quedado soy yo.
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