El actor francés Fernandel contaba que cuando estaba en Italia
rodando la película 'Don Camilo', en que interpretaba a un inolvidable
cura de pueblo,
daba en algunos descansos, vestido de sotana, una caminata por las calles...
Un día se acercó una niña y le pidió:
-Una bendición, padre.
Y él no sabiendo cómo desengañarla sin decepciones
le empezó a decir:
-Verás..., es que no soy un verdadero sacerdote.
Entonces, la niña en seguida le dijo:
-Pues en ese caso bendiga a mi muñeca,
que tampoco es una verdadera niña.
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