No hay que demonizar la CEP
Si bien la CEP confirma el complejo escenario de la derecha, también muestra una Bachelet que no es intocable y una Matthei cuyo potencial se desconoce.
por Andrés Benítez - Diario La Tercera, 31/08/2013
ES CIERTO que fue tomada en un momento muy desfavorable para la derecha, toda vez que se encontraba en pleno proceso de cambio de candidato. Pero si ese es un dato, la medición igual permite sacar muchas conclusiones válidas acerca de lo que puede pasar en el tiempo que queda para la elección. Y de paso, algunas pistas para que Matthei intente revertir el resultado actual.
Partamos por lo que la encuesta dice de Bachelet, donde los números son muy ciertos, toda vez que ella es medida como una candidata instalada, luego de ganar con más del 70% de los votos las primaria de su sector. Con eso en mente, se puede concluir que ella se encuentra en el mismo escenario de la elección del 2005, cuando ganó en segunda vuelta. En otras palabras, la CEP dice algo que todos saben: que su probabilidad de triunfar es alta. Pero también da cuenta de que ya no gana en primera vuelta -tiene 44% de apoyo-, como sí sucedía en la misma encuesta realizada seis meses antes. Es más, su percepción positiva baja 11 puntos en ese lapso, lo que habla de que no es incombustible y que tampoco capitaliza el famoso descontento que hay en el país ni la baja popularidad de la derecha. Si fuera así, sus números serían mucho mejores.
El caso de Evelyn Matthei es el inverso. El 12% de apoyo que tiene en la encuesta es una cifra que es poco representativa, porque a diferencia de Bachelet, ella es medida en medio de la crisis Longueira y cuando ni siquiera es la candidata oficial del sector. Por ende, ni siquiera es su piso y nadie discute que hoy está muy por sobre aquello -se habla de 25%-, por lo que es probable que pronto alcance el 34% que tenían, a igual fecha, Lavín y Piñera juntos el 2005. Llegar más allá dependerá de ella misma: de su buen desempeño como candidata, de la calidad de sus propuestas y de su capacidad para enfrentar a Bachelet en el plano de las ideas. Por todo esto, si bien la CEP confirma el complejo escenario presidencial que tiene la derecha -nada nuevo-, también muestra una Bachelet que no es intocable -por el contrario, baja- y una Matthei cuyo potencial todavía se desconoce. Porque al final, todos saben que la elección será más apretada que lo que refleja esta encuesta.
Ahora, es cierto que queda muy poco tiempo. Por ello, Matthei tiene que apurarse en definir sus ejes de campaña, para lo cual la encuesta CEP también entrega datos interesantes, al constatar que los tres problemas que más preocupan a la gente son delincuencia, salud y educación. Y si bien Bachelet tiene propuestas en educación -aunque todavía muy confusas-, las dos primeras todavía están bastante huérfanas de ideas y compromisos. Matthei tiene, entonces, una oportunidad única para diferenciarse y adelantarse en las propuestas para delincuencia y salud, pasando a liderar la discusión en dos áreas claves para la ciudadanía.
Si ello sucede, entonces, la candidata de derecha se verá no sólo más sólida, sino que, además, ya no tendrá que estar rebatiendo las ideas de Bachelet. Será al revés. Y ese liderazgo en las ideas relevantes es el que le asegurará apuntalarse en las encuestas. Así las cosas, en vez de criticar tanto a la CEP, es mucho mejor usarla porque tiene buenas pistas por dónde hay que avanzar. Eso sí, hay que hacerlo mucho más rápido.
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