Esperando a Falcao

por Antonio Martínez

Diario El Mercurio, Deportes, domingo 9 de septiembre de 2012

Dicen cosas temibles de Radamel Falcao García, que no es el único en la Colombia que goleó a Uruguay, pero de él se cuentan más cosas que de nadie.

Relatan que de niño jugaba descalzo por las calles y volvía con los pies sangrantes. Los cinco apéndices. El dedo gordo, para el puntete. El segundo dedo, que sólo sirve para pararse. Y los tres dedos, que son para el tiro que corta el aire, con la comba hacia fuera y el arte del engaño.

Aseguran que, como Tom Hanks en la película "Náufrago", a veces le habla a la pelota, no de manera frecuente, pero sí de forma excepcional.

Está escrito que a los 13 años debutó en la Segunda División de su país, que, como la chilena, es de armas tomar, con canchas secas y malas, y esos jugadores de pierna fuerte, codo en punta y corre que te pillo.

En los mentideros deportivos de Colombia se repite el mismo concepto que en el Chile de hace tantos años, cuando se formaba selección: Radamel Falcao y diez más. Leonel Sánchez y diez más.

El hombre es religioso, gracias a la iglesia Casa sobre la Roca, y así como creció futbolista, se hizo cristiano evangélico, y cuando puede se despoja de la camiseta (del Porto o del Atlético Madrid) y se convierte en cartel humano, para que el mundo vea y lea sus leyendas sobre el pecho: "Con Jesús nunca estás solo" o "Cree y verás la gloria de Dios".

Cristiano evangélico y tuitero. Casi un millón de seguidores. Sigue a 145 no más, porque para qué más. Entre ellos, compatriotas conocidos: el Presidente Juan Manuel Santos o Shakira y a futbolistas españoles: Iker Muniain, Sergio Ramos o Cesc Fábregas.

El 15 de julio escribió en inglés:

-Day 2008 - year 2012, In the Name of Jesus I Will Fight in the air, in the sea, in the land and in hell, Because He is in me!!!

La respuesta debería ser en forma de tuiteo: "Radamel, que no se te arranque la moto, porque a nadie le falta Dios".

Tranquilo, compadre, porque también está por acá y entre los nuestros.

No hay que ser egoísta, porque en el fútbol la fe es muy generosa.

Arturo Vidal, escucha. Gary Medel, no te descuides. Bravo, ojo al charqui y al córner.

Recuerden lo que dijo el viejo y mundano Rolando Schiavi, que nació en Lincoln, localidad de la provincia de Buenos Aires, porque que con ese nombre se homenajeó a Abraham Lincoln, el decimosexto Presidente de los Estados Unidos.

¿En qué estábamos?