La capacidad de correr influyó en forma clave en la evolución de la especie humana

Viernes 20 de Julio de 2012

http://blogs.elmercurio.com/cienciaytecnologia/2012/07/20/la-capacidad-de-correr-influyo.asp

Someter el cuerpo a esfuerzos físicos, como correr, no sólo fortalece nuestros músculos, sino que además nos habría ayudado a evolucionar a través de la activación del cerebro.

Así lo afirman el farmacólogo Michael Spedding y el profesor de Ciencia del Deporte en la U. de Capetown, Timothy Noakes, en la última edición de la revista Nature. Según los expertos, correr favorece el aumento de una proteína conocida como BNDF, la cual, entre otras propiedades, aumenta las conexiones neuronales, y también el metabolismo de las grasas.

De hecho, se ha descubierto que los ratones que carecen de BNDF se vuelven obesos y son propensos a la diabetes.

Además, la menor presencia de esta proteína aumenta la propensión a las enfermedades relacionadas con los trastornos del cerebro, tales como los actos violentos y los trastornos psiquiátricos.

Los antepasados de los humanos modernos estaban más adaptados a vivir en los árboles que a la caza, pero cambios climáticos transformaron los bosques en grandes llanuras que los obligaron a correr para poder atrapar sus presas, y escapar de otros animales salvajes.

La pérdida del vello corporal, la capacidad de respirar por la boca y de sudar a tasas de hasta 3 litros por hora los volvió más eficientes que los animales salvajes. De paso, la necesidad de correr para atrapar las presas también los obligó a planificar, aprender a moverse en el entorno y a interactuar con otros.

Según los expertos, como la mayoría de los seres humanos en la actualidad no viven en un entorno en el que deba esforzarse físicamente para perseguir su alimento, para muchos el ejercicio ya no es una parte integral de la vida. Esto daría lugar a una serie de dolencias modernas.